TEMAS
TERTULIA 20-10-2017
HISTORIA
DE UNA HISTORIA
NUESTRAS
TERTULIAS
EL
FUNAMBULISTA SONÁMBULO
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia (Anatole France)
Finalmente
aprendí
a leer la viva
constelación de las mujeres
y de los hombres, las líneas
destinadas a unirles las figuras.
Y ahora me doy cuenta de los signos
que amarran el desorden de los cielos,
y en esta bóveda dibujada por el pensamiento
distingo la silenciosa rotación de la luz.
Esta es mi nocturna
partida de ajedrez.
Pero juego solo y apunto con minucia
la oscilación de los signos.
Así se cierra el día
mientras paseo
en el silencioso huerto de las miradas.Valerio Magrelli, incluido en Cuatro jóvenes poetas italianos (UNAM, México, 2010, selec. y trad. de Guillermo Fernández García).
Otros poemas de Valerio MagrelliEs sobre todo en el llanto..., Hoja blanca como la córnea de un ojo...
a leer la viva
constelación de las mujeres
y de los hombres, las líneas
destinadas a unirles las figuras.
Y ahora me doy cuenta de los signos
que amarran el desorden de los cielos,
y en esta bóveda dibujada por el pensamiento
distingo la silenciosa rotación de la luz.
Esta es mi nocturna
partida de ajedrez.
Pero juego solo y apunto con minucia
la oscilación de los signos.
Así se cierra el día
mientras paseo
en el silencioso huerto de las miradas.Valerio Magrelli, incluido en Cuatro jóvenes poetas italianos (UNAM, México, 2010, selec. y trad. de Guillermo Fernández García).
Otros poemas de Valerio MagrelliEs sobre todo en el llanto..., Hoja blanca como la córnea de un ojo...
FUENTE:
BLOG ASAMBLEA DE PALABRAS
La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas (Sigmund Freud)
TEXTOS
TERTULIA 13-10-2017
CARTELES.
LUZ.
ESO
ES CARÍSIMO.
CARTELES
SE
NOS PASA LA VIDA COMO ESPERANDO ALGO
J.J.C.
CARTELES
*
SIGA LA FLECHA ( O SUS INSTINTOS)
*
HACIA LA RZÓN (OJO, MUCHAS CURVAS)
*
HASTA AQUÍ HA LLEGADO
*
PIENSE
*
PUNTO DE EXPULSIÓN DE MATERIA ORGÁNICA CATABOLIZADA (WC)
*
DIRECCIÓN REDIRECCIONADA
*
PROHIBIDAS DIRECCIONES ÚNICAS
*
GIRE (EN SU MENTE)
*
ANTROPOZOO
*
TIRE – EMPUJE – HAGA LO QUE PUEDA
*
AREA DE SERVICIO SIN SERVICIOS
Nekovidal -
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CARTELES
Tot depenia
d'aquelles llunes.
Todo dependía de aquellas lunas.
José
Mª Rico
CARTELES
Carteles
pegaría:
"Se
busca un amor perdido
yo
soy su dueño"
dicen
que lo han visto
por
la calle arriba
en
el barrio del sueño
sin
saber que existo
sin
saber que es mía
se
busca un amor perdido
un
amor que alza el vuelo
cada
vez que me acerco.
Carteles
pegaría
si
hubiera paredes en el limbo
y
cola para pegar deseos
todo
de recompensa daría
se
busca un amor perdido
para
acariciarlo con mimo
para
comérmelo a besos.
"Se
busca un amor perdido
si
lo encuentran, es el mío".
"Voces
entre Voces" 13/10/17
Diego
Francisco Guevara de Bonis
LUZ
Temo
el tiempo de las hormigas,
que no haya forma de ahuyentarlas..
Y se vuelvan a colar, por un oído en mi cabeza
para robar el último recuerdo dulce, que nos queda.
Temo que se nos pare el corazón, cuando te estoy amando.Y más que a Dios temo, el zarpazo de un oso polar
en pleno verano. Por el calentamiento.
Nada de lo que cuento tiene gracia.
Pero... pero de pronto tú en bicicleta,
siembras la duda de los cementerios.
Cuando,
la esperanza en la locura, es más esperanza.
que no haya forma de ahuyentarlas..
Y se vuelvan a colar, por un oído en mi cabeza
para robar el último recuerdo dulce, que nos queda.
Temo que se nos pare el corazón, cuando te estoy amando.Y más que a Dios temo, el zarpazo de un oso polar
en pleno verano. Por el calentamiento.
Nada de lo que cuento tiene gracia.
Pero... pero de pronto tú en bicicleta,
siembras la duda de los cementerios.
Cuando,
la esperanza en la locura, es más esperanza.
J.J.C.
LUZ
Sinfonía al óleo
Me
dirijo a una fiesta donde la vida es de broma
El
camino está bordeado de cipreses centenarios
A
los lados se vislumbran sepulturas blanquecinas
Por
debajo de las losas se agitan brazos y piernas
Ya
distingo a oír la música. Suena agria, con sordina
No
recuerdo cuándo y cómo me invitaron a esta fiesta
Solo
recuerdo una máscara, unas flores y una nota
Abro
la puerta y de pronto me siento como un idiota
El
espejo de la entrada me devuelve demacrado
Un
bufón en una esquina me observa muy sorprendido
Un
efebo va sorteando bailarines en la pista
Imita
a un esquiador bajando por la pendiente
La
escena se ralentiza. Las sonrisas se congelan
Alguien
a quien conozco me ofrece una copa extraña
El
líquido que contiene es de color bermellón
Lo
bebo a pequeños sorbos. Sabe a lluvia y a susurros
No
sé si en alguna ocasión, aquella que baila desnuda, fue una amante
despechada
¡Hace
ya tanto tiempo que cayeron los disfraces!
Puede
que haga calor pero ahora estoy helado
Me
gustaría encontrar algún epitafio adecuado
Pero
antes he de buscar el alimento perfecto
Que
sacie todas mis ansias, incluso las que no entiendo
Ahora
la música hiere y bailo como un poseso
Predominan
pelirrojas de andares desafinados
Una
joven ejecuta un aullido incandescente
Astronautas
y Unicornios merodean por la barra
Una
mujer barbuda ofrece copas en bandejas
La
anfitriona nos vigila, nos roza con sus tentáculos
Sabe
que más de uno se ha colado en esta fiesta
Todo
marcha sobre ruedas, solo que estas derrapan
Ahora
me encuentro descalzo contemplando las estrellas
En
un balcón sin barandillas muy cerca del precipicio
Se
puede observar la sombra que proyecta el universo
Y
se oyen risas macabras aunque caricaturescas
Planeo
una obra de arte, una sinfonía al óleo
Pero
alguien me distrae al ofrecerme una copa
Y
me asalta una pregunta que no puedo responderme
¿Qué
pinto yo en esta fiesta? El rey de los insociables.
José
Luis Álvarez
LUZ
Esta
cortina de humo
que
empaña nuestros ojos
mis
ojos, los tuyos.
Dominado
o dominante
de
colores;
granate,
cielo azul,
canario
y sangre.
No
me vas arrancar
de
tu cuerpo,
porque
me perteneces.
Porque
te pertenezco.
Sí
o sí.
Soy
de ti y tú de mi.
Somos
uno,
uno...
y
siempre así.
J.M.R.
LUZ
Del
escaparate talla
bajo
la luminaria,
maniquí
de labios rojos
reflejo
de la mañana
de
los colores sus tonos
del
escenario ama
y
señora del foco
reina
de la velada
entre
todas destacas
bailarina
en la danza
del
engaño la truhana
dama
entre damas
de
candilejas puta
sabia
en la cama
fresa
entre las frutas
delfín
en la playa
todas
eres y ninguna
división
que proyectas
del
prisma los colores
si
tu haz lo atraviesa
sólo
un color conocen
tus
vasallos reina
Pero
hoy, corazón
la
engañada fuiste tu
hoy
mendigas amor
hoy
se apagó tu luz.
"Voces
entre Voces" 13/10/17
Diego
Francisco Guevara de Bonis
LUZ
ATRAPANDO
LA LUZ DEL INVIERNO
Al
principio yo también creía en dioses.
Esperaba
paciente que su luz me impregnara e hiciera de mi el espejo en que
reflejar su grandeza.
Adoré,
con la debilidad que crea la dependencia, a mis padres, mis
profesores y esas personas tan serias a los que todos temían y
respetaban.
Era
aquel tiempo incierto pero dulce de la infancia en que nada sabía,
pero no sufría, porque ni sabía que no sabía, ni sospechaba
siquiera que se pudiera llegar a saber o a creer que se sabe.
Siguiendo
el curso de la naturaleza, en mi adolescencia rompí todos los
ídolos, y con la candidez de la juventud coloqué, sin saberlo, a
otros en su lugar.
Luché
con ira contra la ira, contra el dolor sembrando dolor, contra la
intransigencia de la injusticia siendo intransigente ante ella.
Creía, sin la menor duda, justa la ira de los justos.
Cometí
cuantos errores pueda cometer un ser humano, sólo el azar hizo que
mis manos no se mancharan de sangre. Conocí casi todos los placeres
que esta vida puede regalar y sufrí casi todos los dolores que el
destino pueda deparar, el peor, sin duda, la muerte de seres
queridos.
Era
torpe como todos los creyentes, obsesionado con vencer, sin sospechar
siquiera donde se encontraba mi enemigo, sin sospechar que todos
nuestros enemigos lo son tan sólo porque les concedemos tal puesto
en nuestra vida y en nuestra mente.
Era
un ciego intentando alcanzar la luz golpeándola con su bastón
blanco.
El
tiempo fue aclarando mis pensamientos algo más rápido que mi pelo,
fue domando tanta energía, enseñándome a no desperdiciar la vida,
enseñándome, poco a poco, a vivir. . .
A
mis padres, hermanos y amigos pude verles, al fin, como personas en
toda su magnitud y miseria, ni mejores ni peores que yo mismo.
Aprendí
a mirar con un mínimo de comprensión tanto al arrogante como al
codicioso, al iracundo o al que se engaña a si mismo hablando de
paz, amor y fraternidad, mientras autojustifica sus egoísmos y
mezquindades. Aprendí a mirar las ideas por las que en otro tiempo
hubiera dado la vida, como unas ideas más en un mar de ideas que a
diario dan a luz nuestras mentes.
Aprendí,
casi, a perdonar y, casi, a perdonarme a mi mismo.
En
todo encontré luz y sombra: En la sombra de nacer sin una tierra a
la que pudiera llamar mía, la luz de sentir que mi patria era todo
el planeta; en la sombra de haber padecido la soledad, la cálida luz
de la amistad; en la sombra de la muerte, el aprecio constante y
creciente por la vida.
Ya
hace mucho que no creo en los dioses que son predicados y
representados por mortales. Tiempo ha que escucho indiferente el
murmullo de las plegarias vacías que llenan los templos. Una
diminuta chispa de luz me hizo comprender un día que hay tantos
dioses como seres humanos, y que ninguno es mejor o peor que otro,
mientras su existencia no siembre dolor.
Mis
dioses, que nunca exigen adoración, aunque siempre solicitan
compañía, son de este mundo, son los hijos de esa especie
contradictoria que, con ímpetu adolescente, es incapaz de cuidar el
espacio que habita, de ser responsable de sus actos, de sospechar
siquiera el lugar donde se encuentra dentro su caótica juventud
evolutiva . . .
Esa
especie que, impregnada por igual de luz y de sombra, es capaz de los
más creativos y destructivos actos en su desordenado crecimiento, pero entrañable en su
alocada inocencia, en sus utópicos ideales, que siempre, antes o después, consigue
alcanzar y, poco a poco, evolucionar.
Pasó
el tiempo, y ya en el invierno, aquella chispa primigenia se
transformó poco a poco en la llama de una vela, diminuta, pero
suficiente para ver que no existía en lo humano ni un ápice de
maldad o bondad, tan sólo necesidad, miedo, amor y fantasía.
Tras
medio siglo con los ojos abiertos, sigo preguntándome:
¿Qué
es la luz? No me inquieta la pregunta, tan sólo me sorprende ese
empeño nuestro en intentar atrapar cuanto desconocemos, rindiendo
homenaje, sin saberlo, a lo más humano de nuestra naturaleza humana:
la curiosidad.
Todos
atrapados por la duda de si habrá primavera tras el último
invierno, si todo esto tiene sentido, o es sólo un absurdo cuento,
por la duda de si todo no se quedará, al final, en apenas cien años
de soledad.
Porque
aquí estamos todos, incluso quienes no lo sospechan, reunidos bajo
el anhelo común de atrapar la luz, bajo el estigma de la sombra de
nuestros miedos, todos tan diminutos como todopoderosos, tan frágiles
como eternos, y apenas consolados por el calor fraterno de cuanto
compartimos.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES LIBRES
www.arteslibres.net
ESO
ES CARÍSIMO
Tal
vez sea la cesta,
la que pudre las manzanas.
la que pudre las manzanas.
En
el Mercadona me llevo plátanos y los peso como bananas.
Tal
y como está el patio, sentirse extraterrestre
es un síntoma de salud mental....
es un síntoma de salud mental....
La
sed de justicia
nos la quitamos en los bares.
nos la quitamos en los bares.
Si
vas a huir,
huye hacia adelante
ensartando con los cuernos
tu luna oscura.
huye hacia adelante
ensartando con los cuernos
tu luna oscura.
J.J.C.
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