TEMAS
TERTULIA 2-12-2016
STEVIA
PEREZA
LA
NAVIDAD
“La esperanza es el sueño de los despiertos”. (Aristóteles)
EN
EL PRINCIPIO
Si
he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas
de Otero
VÍDEO:
ME
QUEDA LA PALABRA. Paco Ibáñez
"Descifrar lo que está delante de nuestros ojos requiere una lucha constante" (G. Orwell)
TEXTOS
TERTULIA 25-11-2016
BUENOS
O MALOS SENTIMIENTOS
UBICACIÓN
DULCE
Y AMARGO
BUENOS
O MALOS SENTIMIENTOS
MALOS
PENSAMIENTOS
Con
frecuencia nos inquieta la sensación de tener “malos”
pensamientos.
En
mi juventud los que pasaban por mi cabeza no contaban con el freno de
las riendas que concede la experiencia, de modo que galopaban
alocadamente por cada circunvolución que encontraban como si de un
hipódromo se tratase hasta el punto de que en una ocasión, lejos de
Madrid, sola y aterrada por las imágenes que visitaban mi fantasía,
llamé a la puerta de una mente adulta y pensante para que me ayudara
a dilucidar y, sobre todo, a templar lo que yo consideraba “mi
maldad” interior.
Aquella,
para mí maravillosa, mujer –aún puedo escuchar su risa– me dijo
que no existe maldad en los pensamientos porque están generados por
emociones y las emociones no son controlables; me contó, también,
que el temple no reside en contenerlos sino en dominar su realización
para no llevar a cabo los exabruptos, venganzas y asesinatos que
pasan por nuestra mente; me explicó que hay una gran diferencia
entre pensar en ganarse la vida como prostituta y ejercer como tal.
Todo
eso y más me refirió; aunque con veintitantos años no se alcanza a
asimilar la magnitud de tal información.
Con
el paso del tiempo, tras recibir impactos que me han dispuesto a
especular con desquites algo más que crueles, he comprendido las
palabras de Cecilia, así se llamaba, no hay malos pensamientos,
sencillamente son, es nuestra actitud, condicionada por la educación
que hayamos recibido y la moral de la sociedad que nos toque vivir,
la que determina qué haremos con ellos y si se los convertiremos en
hechos o los archivaremos para siempre en el cuarto de atrás de
nuestra memoria.
Sentirnos
mal por lo que pensamos es flagelarnos gratuitamente pues, en
realidad, lo que nos provoca la inquietud es la posibilidad de que
pudiéramos llevar a cabo esas perversidades y aunque, según dicen
los psicólogos, todos venimos con un delincuente potencial que viaja
de incógnito escondido tras nuestra sonrisa, tendrían que
sobrevenir un montón de circunstancias para que las riendas de
nuestra razón no tiraran del bocado con fuerza suficiente para
sujetar nuestros caballos.
No,
definitivamente, no son malos, tampoco buenos, los pensamientos no
son calificables, con ser pensamientos les basta y les sobra.
Victoria
Blanco
BUENOS
O MALOS SENTIMIENTOS
En
estos últimos días lluviosos me dejé acariciar por el agua y,
empapado, comprendí que el mismo agua cristalina que riega la vida
es lluvia fértil, lágrimas, baño dulce, riada, tsunami o sudor,
que no hay placer al que no acompañe un dolor ni dolor tras el que
no se esconda, cauto, un placer, que todo forma parte de todo y todo
vale por igual, que los sueños no tienen propietarios y así ha de
ser, y que en una botella de agua no se puede encerrar, ni el río de
la vida, ni un deseo sincero de crecer.
Ligera
flotará la botella arrastrada por el río, y se hundirá poco a
poco, triste y arrogante, cuando, pesada y llena, río se llegue a
creer.
Mientras,
medito sobre cuales son buenos o malos pensamientos ¿desear la
cercanía de los seres queridos?, ¿desear la muerte de un tirano?,
¿simplemente desear . . .? Porque en el juego de la vida, al final,
sólo gana quien juega como la vida . . . y la vida, aunque a veces
no lo comprendamos, siempre juega limpio . . .
Nekovidal
-
ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com
UBICACIÓN
¿Ubicación?
¿Dónde estamos?
Nos
han secuestrado las palabras, así estamos. En nombre de la libertad
y la democracia se bombardean y destruyen países etiquetados como
dictaduras mientras se protege a otros, dictaduras mucho peores,
porque son buenos clientes en la compra de armamento.
En
nombre de la supuesta grandeza de un país o una religión van
surgiendo líderes salvatodo que pretenden hacer fuerte una sociedad
humana haciendo más débiles los derechos de sus ciudadanos.
Las
peores barbaridades se hacen en nombre de las más bellas palabras,
la verdad ya son sólo las mentiras que repiten insistentemente los
medios de comunicación en manos de un puñado de corporaciones
empresariales que deciden la verdad que coincide con sus
intereses.
Nos
han secuestrados las palabras, ya ni siquiera la palabra nos queda . .
.
PALABRAS
SECUESTRADAS
El
Miedo, tan cobarde como arrogante y astuto, lideraba la horda de
palabras violentas y enajenadas que iban arrasando, una tras otra,
todas las aldeas habitadas por los diferentes idiomas que hasta
entonces habían convivido en armonía.
“Tomad
la lista, que no escape ni una: Ilusión, Libertad, Curiosidad,
Empatía, Amistad, Convivencia . . . y, sobre todo, que no escape el
cabecilla, un tal Amor. Los quiero a todos muertos y olvidados o
prisioneros antes de que acabe el día”.
Miedo
observaba desde lo alto de una colina como eran arrasadas una a una
las aldeas, como ardían las innumerables casas de las palabras,
mientras comentaba indiferente a Envidia, una de sus amantes, lo
grandioso de su obra, el bien que hacían poniendo orden en esas
palabras rebeldes que durante siglos se habían negado a servir al
poder instituido por Miedo, buen hijo de Hipocresía y nieto de
Debilidad, pero incapaz de atraer a Consecuencia y a Igualdad, sus
amores platónicos secretos, a las que tanto hubiera deseado poseer.
Envidia disfrutaba viendo la destrucción de cuanto nunca alcanzaría
a tener ni compartir. Soberbia sonreía, imaginando el sufrimiento de Libertad
y Modestia, sus siempre odiadas enemigas.
A Cobardía le brillaban los ojos observando la enorme llanura donde, al morir cada palabra, se elevaban al cielo las letras que la componían simulando volutas de humo.
A Cobardía le brillaban los ojos observando la enorme llanura donde, al morir cada palabra, se elevaban al cielo las letras que la componían simulando volutas de humo.
Desde
su cueva, el Silencio Creador notaba el palpitar de su hermano gemelo
y vecino, el Silencio Destructor, fiel servidor de Miedo. Sabía que
algo grave estaba sucediendo. La abuela Magia no pudo resistir tanto
dolor, murió observando como Integrismo, Fanatismo e Ignorancia
saqueaban sus baúles y pretendían con ello robar su sabiduría.
Sólo la consoló, en su último momento, ver a su nieta Ciencia
ponerse a salvo con su madre Razón, huyendo ambas a lomos de
Pensamiento, el caballo de Abstracción, su otra abuela.
Tras
el ataque, dirigido personalmente por la hija mayor de Miedo, la
insaciable y estúpida Ira, vino el reparto del botín: Libertad,
Ilusión y Curiosidad fueron, junto con tantas otras palabras hasta
entonces libres, cargadas de cadenas y desde entonces, esclavas,
arrastran una triste existencia entre sus captores. Alguna ya
comienza a padecer el síndrome de Estocolmo. Otras fueron llevadas a
los burdeles administrados por Egoísmo, un hijo bastardo de Miedo.
Allí acabaron Poesía, Política y
Democracia entre otras y allí el ingenuo e inocente Paraíso acabó
transformándose en paraíso fiscal.
Lógica y Alegría, en compañía de Placer, Solidaridad, Sexo y Hedonismo entre otras, huyeron al monte, resistiéndose al nuevo orden, y desde entonces fueron llamadas bandoleras, criminales y proscritas indeseables. Allí se reunieron días después con otro fugitivo, Amor, y su inseparable amigo Respeto. Aún siguen su lucha.
Lógica y Alegría, en compañía de Placer, Solidaridad, Sexo y Hedonismo entre otras, huyeron al monte, resistiéndose al nuevo orden, y desde entonces fueron llamadas bandoleras, criminales y proscritas indeseables. Allí se reunieron días después con otro fugitivo, Amor, y su inseparable amigo Respeto. Aún siguen su lucha.
Mientras,
desde la más alta de las colinas que rodeaban los reinos de las
palabras, el imprevisible y siempre bienhumorado abuelo Azar sonreía
enigmáticamente.
De
la violación de la hermosa Empatía por Miedo, creía éste que
habría de nacer su heredero, una princesa a la que pensaba llamar
Tiranía. Nunca llegó a sospechar que el fruto que Empatía llevaba
en su vientre desde días antes era una niña hija del compañero de
Empatía, el rebelde, sabio y tierno Amor.
Miedo sintió miedo de no conceder a Empatía, que habría de criar a la que creía su heredera, su única petición: poder elegir el nombre de su hija y, tras sopesar los pros y los contras, lo consintió. Empatía llamó a su recién nacida hija, que algún día habría de gobernar sobre todos los reinos de las palabras, como había acordado llamarla con Amor, su eterno compañero de juegos y padre de la niña: la llamó Esperanza.
Miedo sintió miedo de no conceder a Empatía, que habría de criar a la que creía su heredera, su única petición: poder elegir el nombre de su hija y, tras sopesar los pros y los contras, lo consintió. Empatía llamó a su recién nacida hija, que algún día habría de gobernar sobre todos los reinos de las palabras, como había acordado llamarla con Amor, su eterno compañero de juegos y padre de la niña: la llamó Esperanza.
Nekovidal
-
ARTES LIBRES - nekovidal@gmail.com
DULCE
Y AMARGO
Adivina,
se repite en bucle,
de
la vida va este acertijo
como
el té moruno amargo y dulce.
Dulce
eres como marca el rito
el
primero de los tres vasos bebo
tu
cuerpo ardiente a sorbitos
a
tus besos acostumbrado quedo
té
suave y cálido con el tiempo
abrazados
cuerpo con cuerpo
y
al beber del vaso postrero
frío
y amargo sorbo, hielo y hiel
del
dulce sólo queda el recuerdo
la
pesa del tiempo inclina el fiel
en
la balanza de los sentimientos
olvidados
los días de risa y miel
¿qué
fue lo que se llevo el tiempo?
camino
que todos hemos pasado
algunos
muchas veces y no miento.
Diego
Francisco Guevara de Bonis
DULCE
Y AMARGO
EL
ACORDE MÁS TRISTE
Escarabajos
aullando
Ventisca
en la travesía
Hace
mucho que partimos
y
nadie salió a despedirnos.
Se
acumulan los kilómetros
las
arrugas y las canas
No
hay principio ni hay fin
Parece
que no nos esperan
Toda
clase de espejismos
confunde
a la caravana
Todo
parece un obstáculo
sobre
todo el pensamiento
Quién
sabe cuanto nos queda
Nadie
quiere que se agoten
el
agua y la simpatía
aunque
alguno ya especula
Como
ya no hay gravedad
surgen
nubes de mentira
sueños
y versos líquidos
Submarino
en el desierto
No
hay posibles culpables
sólo
quedan los delitos
los
perros y las farolas
y
un tristísimo acorde.
José
Luis Álvarez
DULCE
Y AMARGO
LA
VÁLVULA DE LA VIDA
Ya
me cansé de beber de tu aliento
y
me postré en el aire de infla ruedas,
a
ver si desde alguna válvula
aspirando
y aspirando,
llegue
a la nube y divisé
una
nueva golondrina
que
me haga palpitar
las
pestañas de la vida.
José
María Rico