sábado, 10 de marzo de 2018



TEMAS TERTULIA 16-3-2018

CONFESIONES
LA RISA DE LA SONRISA
MICRORRELATOS

"La educación es el arma más potente que puedes usar para cambiar el mundo”. (Nelson Mandela)


HOMBRES NECIOS QUE ACUSÁIS
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesiónLucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y queja enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Sor Juana Inés de la Cruz



Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel Nepantla, 12 de noviembre de 1651 -México, 17 de abril de 1695) fue una religiosa de la Orden de San Jerónimo y escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de «el Fénix de América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana».
 Entre los estudiosos de Sor Juana ha habido discusión sobre el presunto feminismo que cierto sector de la crítica le atribuye a la monja. Las feministas han querido ver, en la Respuesta a Sor Filotea y en la redondilla Hombres necios, auténticos documentos de liberación femenina.





La raza humana tiene un arma realmente efectiva y es la risa. (Mark Twain)



Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(Permitidme que me asombre).
Tan inepto como fatuo,
Sigue él siendo la cabeza,
¡Porque es hombre!


Si algunos versos escribe,
De alguno esos versos son,
Que ella sólo los suscribe.
(Permitidme que me asombre).
Si ese alguno no es poeta,
Por qué tal suposición
¡Porque es hombre!


Una mujer superior
En elecciones no vota,
Y vota el pillo peor.
(Permitidme que me asombre).
Con tal que aprenda a firmar
Puede votar un idiota,
¡Porque es hombre!


El se abate y bebe o juega.
En un revés de la suerte:
Ella sufre, lucha y ruega.
(Permitidme que me asombre).
Que a ella se llame el "ser débil"
Y a él se le llame el "ser fuerte".
¡Porque es hombre!


Ella debe perdonar
Siéndole su esposo infiel;
Pero él se puede vengar.
(Permitidme que me asombre).
En un caso semejante
Hasta puede matar él,
¡Porque es hombre!


¡Oh, mortal privilegiado,
Que de perfecto y cabal
Gozas seguro renombre!
En todo caso, para esto,
Te ha bastado
Nacer hombre.

Adela Zamudio en Ráfagas (1914), incluido en Poesía boliviana. Donde la nieve y los ríos son míticos. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2015, selec. de Homero Carvalho Oliva).
Adela Zamudio (Bolivia, 1854-1928)
Nacer hombre



TEXTOS TERTULIA 9-3-2018

HOMBRES NECIOS
PRESAGIO DE TORMENTA
MICRORRELATOS




HOMBRES NECIOS
Audio:

Rafael Cotilla


HOMBRES NECIOS
SERES NECIOS

Seres necios que miráis vuestras pequeñas diferencias y así olvidáis la verdadera naturaleza de cuánto sois y estimáis.
De vuestra necedad sacan los canallas provecho, pues mejor presa sois todos cuanto más desunidos estáis.

Seres necios que en vuestra ceguera, la riqueza de la diferencia ignoráis, ¿no todos por igual nacéis, sangráis, reis, morís y lloráis?
Seres necios que en vuestra necedad necesitáis ver al diferente como inferior, ¿no véis que es esa actitud la que os condena a la inferioridad?

¿Qué puede justificar, seres necios, que una mujer reciba menos salario que un hombre por un trabajo igual? Sólo la ignorante insistencia de quién de tal locura hace su necesidad.

Seres necios y ciegos que sólo miráis las pequeñas diferencias y olvidáis, para negocio de unos pocos, que sois de idéntica esencia, en vuestra locura, ¿hacia dónde váis?

Seres necios que perdéis cada instante de vuestra ración de tiempo transformando en dolor cuanto podría ser constante alegría y aliento, confundiendo diferencia con inferioridad cuando todos tan igualdad como diferencia sois, únicos, irrepetibles, pues la vida a todos ese privilegio da.

Seres necios que seguís imágenes de vuestros líderes, que buscáis amo, no libertad, cayendo así en lides que a nada bueno os llevarán. El tiempo os dará ocasión de pagar vuestra locura, pues sea presidente, rey, obispo, imán o cura, a su beneficio y no al vuestro os conducirán.

Seres necios que con tanto ahínco odiáis a quien no piensa como vosotros, al de otro país, al de otra religión, al de otro equipo y hasta a las mujeres, que ni a los talones les llegáis, ¿qué puede sembrar el odio que no sea digno de olvidar?

Seres necios que jugáis con la vida sin comprender que, cuanto más dominantes, más sois vosotros el juguete patético de quien creéis dominar.

¿No comprendéis, seres necios, que estáis condenados a la igualdad?



Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


HOMBRES NECIOS

A mi, que no estoy cuerdo,
este viento y la mirada en el espejo
me hace pensar en vosotros,
los locos perdidos.

JJC - Juan Jiménez Caballero


PRESAGIO DE TORMENTA

Hoy la mañana me ha sorprendido con ausencias que me atenazaban el alma... 
Ausencias de vivos y presencias de quienes se han ido....
¿Quién me abraza fuerte y me quita el frío que siento mientras respiro?
Siento que solo quiero bailar bajo el sol o la luna, sentir de nuevo calor y frío, saber que dentro de mi cuerpo sigo viva...
Quiero fundirme para volver a sentirme, en los brazos de alguien querido, cualquiera, sin rostro, sin voz, húmedo, caliente y, sobre todo, amigo.
Hoy siento deseos de perderme en lo que no esté vivo, esconderme en algún refugio oscuro, ¿quién me extiende la mano y me devuelve algún motivo para seguir sintiéndome viva?
Poeta nací, y tonta perdida, mujer, y de las que sin necesidad se complica mucho la vida...

María Martín


PRESAGIO DE TORMENTA

Cielos claros, mentes oscuras.
Mentiras cotidianas, codicia desbordada.
El ser humano, de mente tan aparentemente frágil, puede enfermar, pero es bueno por naturaleza, simplemente por ser un animal social. Ser bueno es entonces ser eficiente, inteligente, no una etiqueta moral.
Nadie puede ser libre en un mundo de esclavos, nadie puede ser feliz en un mundo lleno de criaturas tristes, nadie, salvo los enfermos: sociópatas y psicópatas.
¿No aprenderá la minoría enferma de la humanidad?
Creando pobreza siembran revoluciones y todas las revoluciones han sido del hambre y la desesperación, y muy pocas pacíficas . . .
¿Por qué no probamos con evoluciones? Sin ira, sin codicia, compartiendo y comprendiendo que sólo quedará de nosotros cuanto sembremos, nuestros actos, como un eco infinito en el tiempo.
¿Para qué quieren los enfermos ser los más ricos del cementerio?
Aprendamos a caminar los unos al lado de los otros, ya hay presagio de tormenta, otra gran tormenta . . .

Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net


PRESAGIO DE TORMENTA

Avanza el otoño a su ocaso
de colores tiñe los bosques
pardos, naranjas y ocres
caricias de vientos cálidos
llevan de fruta madura olores
Entre sierras y montes serpentea
gélida lengua lamiendo valles
viento recio, presagio de tormenta.
Arropada en el calor de tus mantas
ensoñaciones en tu mente divagan
acurrucadas en el limbo desperezan
una nube cruza tu mirada
un mal recuerdo despierta
amenaza tormenta.
A hurtadillas salgo de la cama
un café en la cocina
a comprar el pan
a por un paquete de nicotina
ausente del mundo vuelvo a casa
tu cuerpo entre mantas descansa
en tu rostro, calma
vuelvo a la cama
beso tus labios
acaricio tu cara
sin un porque,
sin mediar palabra
¡dios mío!
la tormenta estalla.

Diego Francisco Guevara de Bonis


PRESAGIO DE TORMENTA

Presagio de Tormenta
(Música y letra.- Babelain)

Presagio de tormenta
Engullo un Lexatín
Los niños juegan
Con las cometas

Nadie cruza la calle
Alguno dobla la esquina
Pero todos quieren llegar
Hasta la meta

Y la nostalgia
Tragicómica se aferra
Como las lapas
A las rocas

Pero las olas
Baten los acantilados
Y solo quedará
Lo que nos toca

Siempre hay escusas
Cuando llega la derrota
Pero en la victoria
Somos ángeles

Ya me he dado cuenta
De que la revolución
No significa
Lo mismo que antes

Y la nostalgia…

José Luis Álvarez


PRESAGIO DE TORMENTA

Hace tiempo que ya dejé
de quererte
Sin embargo, aún acudo
a nuestras citas.
Será porque son esporádicas,
será por miedo,
será por pena, por rutina.
Lo que sí es verdad
es que ya no tengo
el menor interés.
Y a veces me pesa,
a veces me cuesta,
a veces ni te contesto.
Yo sigo mi ritmo
sin tener que dar
explicaciones a nadie.
porque ya no me siento
obligado.
¡¡Hace tiempo que dejé
de querete!!

José María Rico


MICRORRELATOS

HOMENAJE  A SOR JUANA INES DE LA CRUZ.

Hombres distraídos que  por el mundo andáis,  no sabéis lo que queréis, aunque encontréis lo que buscáis os perdéis con fantasias que luego no son de vuestra armonía y sé que no os ofendéis por lo que digo, porque, hoy en día, no andamos como en la época de Sor Juana Inés de la Cruz, que ella bien escribía y obligada fue a quemar parte de lo que era su legado, su rima y su sabiduría.

Y no menciono al obispo que LA CENSURÓ porque NO MERECE LA PENA  nombrar a tal vil rufián, y perdone su Santidad, pero es que esto tenia que rimar.

MCGC – Mari Carmen Gómez Castro


MICRORRELATOS

Gracias a la corrupción, no estamos hablando to el día de fútbol...
Tragarme los pendientes de tu abuela, fue sin querer...
Llegará el momento en que respirar, cueste dinero...

JJC – Juan Jiménez Caballero


MICRORRELATOS

Encontré en un cuaderno
tu aliento suspirado
y al dejarlo entrar 
en mi cuerpo
sentí que aún
no me habías olvidado.

José Mª Rico.




MICRORRELATOS

Había una vez una idea que se tenía a si misma por idealista y un hecho que se tenía por hechizado.
Hicieron buenas migas . . .
Al revés nunca hubiera funcionado.


Nekovidal - nekovidal@gmail.com ARTES LIBRES www.arteslibres.net





Desde una pequeña ventana: el mundo.
Algo de humo, caballos y qué cosa la Guerra
de la que habla mi padre entre un cigarro
y el sueño de mi madre.

No tengo recuerdos ni melancolías,
únicamente un casco de cartón con dos estrellas
y el aviso-en-voz-baja de que los Reyes Magos
no vendrán no se sabe hasta cuándo, a causa de los cadáveres
tirados en la nieve y otras cuestiones. Los amigos
de la familia hablan de la Gestapo y el Eje, del Japón
de un modo grave, porque se habla de la muerte.
Y en las escuelas se canta la V de la Victoria.

Lo demás viene de prisa: Una guerra distinta atravesó
las puertas de nuestra casa. Y murió gente de carne
y hueso, conocida y con nombre...
Pero es más ancha la V de Venceremos que vamos aprendiendo.

La historia personal es otro asunto: Andamos
superviviéndonos. Un golpe de viento resuelve
las páginas a medio leer.
Qué pronto hemos vencido esta primera parte de la novela.


Luis Suardíaz, incluido en Nueva poesía cubana (Ediciones Península, Barcelona, 1970, ed. de José Agustín Goytisolo).



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