VOCES
entre VOCES
PARA
ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com
TEMAS
TERTULIA 3-5-2019
FALSIFICACIONES
ESENCIA
Y EXISTENCIA
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
“No
se puede ser feliz si las cosas que hacemos son distintas a las cosas
en las que creemos." (Pearl Buck)
Fortuna
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
"Al final, no son los años en nuestra vida lo que cuenta, sino la vida en nuestros años", (Abraham Lincoln)
TEXTOS
TERTULIA 26-4-2019
MIENTRAS
LEES
RUMORES
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
MIENTRAS
LEES
Mientras
lees, el mundo se detiene. Mientras lees, el mundo gira. Mientras
lees… el mundo puede dar una voltereta.
Pero
no lo ves.
Mientras
lees, alguien te habla. Alguien te susurra. Alguien se convierte en
voz en tu conciencia y sus ideas resuenan en tu cabeza –o con
suerte, en tu corazón-.
Y
dejas de estar solo.
Mientras
lees, mil líneas del universo se entrecruzan. Del árbol de Brasil
al camión. Del camión al avión. Del avión a la editorial. De la
editorial a la librería. De la librería a tu mochila. De tu mochila
a tus manos, ahora, mientras bebes té.
Pero
no ves las líneas.
Mientras
lees, alguien se afana en escribir. Alguien se afana en leer. Alguien
más se afana en aprender que la eme con la a se pronuncian “ma”.
Alguien más se afana en conseguir que, juntando emes con ases, logre
tocar corazones ajenos y hacerlos vibrar.
Y
tú, mientras, lees.
Esperando
vibrar.
Sara
Vi Ta
MIENTRAS
LEES
Me
duele el peso de nuestras manos vacías.Anoche
tuve miedo, sentí que era poeta
y todavía tiemblo.
No escapes de mis sueños anudando tus sábanas.
Porque no hay tiempo, antes de la metáfora de aliento
del próximo segundo.
Dame tu mano y dudemos juntos hasta del amanecer.
Tal vez regresemos heridos del filo de nuestro abismo,
pero nuestros ojos verán más lejos.
Nos agarraremos a la vida con uñas y dientes,
a clavos ardiendo.
La vida tiene sentido si te conmueves.
Y la esperanza es primavera toda vestida de lucha.
De nuevo te buscará mi sangre ciega de amor.
¡Venga, quiéreme a quemarropa! . . . o déjame
y todavía tiemblo.
No escapes de mis sueños anudando tus sábanas.
Porque no hay tiempo, antes de la metáfora de aliento
del próximo segundo.
Dame tu mano y dudemos juntos hasta del amanecer.
Tal vez regresemos heridos del filo de nuestro abismo,
pero nuestros ojos verán más lejos.
Nos agarraremos a la vida con uñas y dientes,
a clavos ardiendo.
La vida tiene sentido si te conmueves.
Y la esperanza es primavera toda vestida de lucha.
De nuevo te buscará mi sangre ciega de amor.
¡Venga, quiéreme a quemarropa! . . . o déjame
que
me hiele.
JJC
– Juan Jiménez Caballero
MIENTRAS
LEES . . .
Miras
la vida mientras el azar te regala un tiempo, un tiempo aparentemente
vacío, pero nunca perdido.
Miras
los mundos que, brotando en tu mente, pasan a formar parte de ti,
como los juegos forman la infancia, como los recuerdos forman la
existencia, como cada ladrillo de la memoria . . .
Mientras
lees, miras la vida a través de la magia de un libro.
Nunca
recibirás tanto a cambio de tan poco: el regalo de la ilusión y
curiosidad por la vida . . . mientras lees.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES www.arteslibres.net
RUMORES
Son
serpientes. ¿O avestruces? Quizás chimpancés. ¿O mejor
escorpiones? No, termitas. Sí, termitas. Pobres termitas.
Rumores:
nunca nacen, pero se cuelan. Rumor: se propaga cual palabra liviana;
libre como carente de dueño; ligero cual granada sin pasador que
pasa de mano en mano, de boca en boca; exponente al exponente;
expuesto queda el último en recibirlo.
De
consecuencias impredecibles. De la risa a la destrucción.
Bombas
sin dueño sobre las que nadie cree tener responsabilidad.
La
comunidad era tierra.
La
confianza, un árbol.
Y
agujereada por doquier… se quiebra la madera.
Sara
Vi Ta
RUMORES
UN
LEVE COSQUILLEO
Audio:
Rafael
Cotilla
RUMORES
No
es mi estilo criar cuervos, ni guadañas.
Vida, de cerca pierdes mucho. Es tanto tan incierto.
Por eso, cobarde, mantuve contigo las distancias.
Por eso, mal herido, me vengo haciendo el muerto.
Sortear, entre zombis, tus caprichosos tiros de gracia.
JJC
– Juan Jiménez Caballero
RUMORES
Rumores...
Se
está difundiendo un rumor sobre el amor, las malas lenguas dicen,
que, hoy por hoy, es solo una pregunta.
Por
el contrario. dicen otros rumores que no hay nada mejor, incluso
siendo malo, que el mal de amores.
Rumores...
Dice
mi vecina que ya no me ve con la misma mujer, y dice más, dice que
desde que he puesto cortinas, ya ni me ve.
Rumores...
Dicen
los científicos que todo está llegando a su fin, que ni homo
sapiens ni homo ludens, que el homo en cuestión ha demostrado ser
extremadamente bobo y que lo que viene es el mundo de los bonobos.
Rumores...
Dice
la gente de bien que nada va bien, pero que ellos lo harán mejor,
como no lo han hecho nunca hasta ahora, pero esta vez sí. La falta
de memoria es, según mi kioskero, un buen aliado de la estupidez.
Rumores...
Dicen
las testas coronadas que ellos se encargarán de todo, de vivir del
cuento y de no hacer nada, hay que conservar las tradiciones, porque
si, por si acaso, o por nada. Lo de coronadas está demostrado, lo de
testas está por ver . . .
Rumores...
Dicen
los dioses que ya están hartos de quienes se dicen sus portavoces y
no portan ni aportan nada.
Rumores...
Dice
mi madre que de mí no hay quien haga carrera, mi madre, como yo, la
pobre, no se entera.
Rumores...
Me
dices que te escuche y soy todo orejas pero si no repito lo mismo que
tú me desprecias o metes entre rejas. No sé si son rumores o
tambores, pero seguro que son de guerra.
Rumores...
Dicen
los pesimistas que el mundo se acaba, dicen los optimistas que todo
va bien, y los mudos, siempre consecuentes, no dicen nada.
Rumores....
Por
decir, dicen los mismos rumores que no son más que eso, rumores
fruto de la tristeza, la envidia, la porfiria o algún mal de amores.
Nekovidal -
nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES www.arteslibres.net
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS.
***
¿Sal
o pimienta en tu vida?
***
¿Qué
género teatral es tu vida?
***
¿Te
gusta reconstruirte a lo largo del tiempo?
José
María Rico – Spencer
***
Temblando
de frío. No me sueltes. Pase lo que pase, no me sueltes de la mano.
Lourdes
Pérez
Por
las noches, sobre los restaurantes
el aire caliente es salvaje y sordo
y el duende corruptor de primavera
gobierna sobre el grito del borracho.
A lo lejos, sobre el polvo de callejas,
sobre el tedio de las dachas suburbanas,
la cara azul apenas se distingue,
se oye el llanto de niño.
Y detrás de los pasos a nivel,
ladeando el sombrero de copa,
pasean cada noche entre las zanjas
los graciosos de turno, con las damas.
Sobre el lago los escálamos chirrían
y se escuchan chillidos de mujer,
y en el cielo, acostumbrado a todo,
hace una mueca sin sentido el disco.
Y cada noche suele reflejarse
en mi vaso un único amigo,
calmado y aturdido como yo
por el líquido acre y misterioso.
Cerca de mí, junto a las otras mesas,
aguardan camareros soñolientos;
los borrachos, con ojos de conejo,
«In vino veritas» vocean.
Cada noche, a la hora convenida
(¿o acaso estoy soñando?),
un núbil cuerpo en sedas apresado
se desliza en la ventana turbia.
Moviéndose despacio entre los ebrios,
sin compañía alguna, siempre sola,
respirando perfumes y neblinas
ella se sienta junto a la ventana.
Sus sedas rutilantes, tersas
traen el aroma de leyenda antigua,
y el sombrero de enlutadas plumas,
y la estrecha mano ensortijada.
Y encadenado por la extraña intimidad
yo miro más allá del velo oscuro,
y vislumbro la encantada orilla,
la encantada lejanía veo.
Me han confiado algún misterio oscuro,
me han entregado un sol que me es ajeno,
y todos los meandros de mi alma
están transidos por el vino acerbo.
Y veo en mi mente cómo oscilan
unas plumas de avestruz caídas,
y cómo florecen unos ojos
azules y sin fondo en la lejana orilla.
Yace en mi alma un tesoro enterrado
¡del que sólo yo tengo la llave!
¡Tenías tú razón, monstruo borracho!
Ahora ya lo sé: la verdad está en el vino.
Alexandr Blok, incluido en Poesía acmeísta rusa (Visor Libros, Madrid, 2013, ed. de Diana Myers, trad, de Amaya Lacasa y Rafael Ruiz de la Cuesta).Otros poemas de Alexandr Blok
Todos gritaban en las mesas redondas...
el aire caliente es salvaje y sordo
y el duende corruptor de primavera
gobierna sobre el grito del borracho.
A lo lejos, sobre el polvo de callejas,
sobre el tedio de las dachas suburbanas,
la cara azul apenas se distingue,
se oye el llanto de niño.
Y detrás de los pasos a nivel,
ladeando el sombrero de copa,
pasean cada noche entre las zanjas
los graciosos de turno, con las damas.
Sobre el lago los escálamos chirrían
y se escuchan chillidos de mujer,
y en el cielo, acostumbrado a todo,
hace una mueca sin sentido el disco.
Y cada noche suele reflejarse
en mi vaso un único amigo,
calmado y aturdido como yo
por el líquido acre y misterioso.
Cerca de mí, junto a las otras mesas,
aguardan camareros soñolientos;
los borrachos, con ojos de conejo,
«In vino veritas» vocean.
Cada noche, a la hora convenida
(¿o acaso estoy soñando?),
un núbil cuerpo en sedas apresado
se desliza en la ventana turbia.
Moviéndose despacio entre los ebrios,
sin compañía alguna, siempre sola,
respirando perfumes y neblinas
ella se sienta junto a la ventana.
Sus sedas rutilantes, tersas
traen el aroma de leyenda antigua,
y el sombrero de enlutadas plumas,
y la estrecha mano ensortijada.
Y encadenado por la extraña intimidad
yo miro más allá del velo oscuro,
y vislumbro la encantada orilla,
la encantada lejanía veo.
Me han confiado algún misterio oscuro,
me han entregado un sol que me es ajeno,
y todos los meandros de mi alma
están transidos por el vino acerbo.
Y veo en mi mente cómo oscilan
unas plumas de avestruz caídas,
y cómo florecen unos ojos
azules y sin fondo en la lejana orilla.
Yace en mi alma un tesoro enterrado
¡del que sólo yo tengo la llave!
¡Tenías tú razón, monstruo borracho!
Ahora ya lo sé: la verdad está en el vino.
Alexandr Blok, incluido en Poesía acmeísta rusa (Visor Libros, Madrid, 2013, ed. de Diana Myers, trad, de Amaya Lacasa y Rafael Ruiz de la Cuesta).Otros poemas de Alexandr Blok
Todos gritaban en las mesas redondas...