VOCES entre VOCES
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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.
5 poemas de El escombro fluorescente, de Sergio C. Fanjul
El
escombro fluorescente es
un cuento en poemas que narra la peripecia de dos personajes, El
Astrónomo y Bronwyn, que tratan de escapar a pie de la Ciudad
Sitiada hacia los Campos Semánticos y se topan con diferentes
apocalipsis.
En
Zenda reproducimos algunos momentos de ese viaje contenido en El
escombro fluorescente (Letraversal),
de Sergio
C. Fanjul.
***
El
Astrónomo se presenta y da cuenta de la situación.
Me
llamaban el Astrónomo
porque
había sido educado
para
orientarme por los astros.
El
hemisferio norte no tenía secretos para mí:
las
constelaciones
representaban
códigos binarios
que
iban saliendo de mi cráneo.
Allí
dentro siempre estaba solo.
El
cisne, el cangrejo, Orión, el arquero,
el
toro con su ojo Aldebarán,
me
estaban ignorando. Tumbado en la playa,
en
el punto medio de la vida,
admirando
el firmamento nocturno,
me
asomaba a un abismo.
Yo
fui el que echó sus velas a internet
y
no regresó en su sano juicio.
Yo
fui el que intentó sabotear
el
ferrocarril informativo.
Yo
fui el que memorizó cada página
de
la vieja enciclopedia y luego olvidó
quinientos
megabytes:
no
podía pensar en otra cosa
que
no fuera otra cosa
y
entonces
esa
cosa ya era otra.
Cable
atravesado, mi cuerpo,
resquemor
en cada chispa. Regando
las
flores sintéticas, preparando con esmero
la
quimioterapia,
atento
a las moléculas
bajo
una luna muerta.
Sabía
predecir el futuro
observando
el flujo infinito de los datos,
los
suspiros de silicio del robot.
Según
mi prospectiva
íbamos
a ser bombardeados.
Pero
en la Ciudad Sitiada
el
cielo neblinoso
era
del añil violáceo de Blade
Runner:
se
fugaba una estrella cada noche
y
no sabíamos dónde ir a refugiarnos.
Sublime
como costra,
pleno
y cielo,
yo
era el que quería ser
sangre
de ciervo.
***
Primera
visión de los Campos Semánticos
Dicen,
Astrónomo, que en los Campos Semánticos
no
quedan textos.
Los
carteles están mudos, no dicen
los
ingredientes los envases, en los periódicos
las
fotos no traen pie, de modo que todo el mundo
es
anónimo y nadie conoce a nadie.
En
los Campos Semánticos se han olvidado
de
cómo se componen poemas, de qué son
los
poemas, de modo que hay pocas guerras,
y
las que hay,
se
hacen en silencio.
Los
enamorados
no
graban sus nombres
en
las cortezas de los tejos.
***
Bronwyn
se integra con éxito en la vida del barrio
Oh,
Bronwyn,
los
skinheads te traen ramos de flores
y
tú flotas sobre las aceras chocolateadas:
cuando
te ven llegar, los jornaleros
del
carbohidrato, sobre sus precarias
bicicletas,
los barrenderos, las floristas,
se
ponen contentas
y
les importan una mierda
sus
condiciones laborales.
Generas
tanto bienestar
que
resultas contrarrevolucionaria,
los
niños antilloran a tu paso,
y
no solo antilloran
también
sienten otra mar de sensaciones
que
aún nadie ha bautizado,
de
lo escasas. Oh, Bronwyn,
los
skinheads (me refiero a los skinheads buenos),
te
preparan tartas de queso con arándanos
y
los árboles del barrio te hacen reverencias
cuando
vas a reciclar el papel y los envases.
Eres
Big Data, tienes dual-core
para
amar el doble,
y
comes demasiados yogures de ciruela,
(pero
nueve de cada diez expertos dicen que eso es sano).
Oh,
Bronwyn, la gente arroja tortillas
de
patata cuando pasas por la calle Lavapiés,
y
caen de los balcones
y
ruedan calle abajo
como
si fueran las ruedas
del
carro en el que el Sol
cruza
el firmamento cada día.
Oh,
Bronwyn,
eres
glutamato monosódico y canela en rama.
Te
adoran los parques y jardines, los traperos,
las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Voy
a hacerte un contrato indefinido porque,
oh,
Bronwyn,
deberías
ser consejera delegada en el Ibex-35.
***
La
eternidad en el supermercado eterno
La
fila del Carrefour de Lavapiés,
abierto
24 horas,
un
sábado a medianoche, es una hilera de hormigas
que
se pierde en el tatuaje de la reponedora
más
triste.
Siempre
te hacen líos con los turnos, tienes que afiliarte.
Tú
tendrías que estar roneando en la discoteca,
yo
he venido en busca de dos bolsas de
Top
Corn Frit Ravich y de una razón para vivir.
Traperos
cubiertos de miel la lían
en
las escaleras mecánicas, los clientes
de
AirBnB exigen pizzas congeladas,
los
atunes nadan en sus latas;
en
la cola me veo atrapado
entre
una hermosa hipster
que
porta doce rollos de papel higiénico
Scottex
doble hoja y un hombre bengalí
de
mermelada y de limón:
ahí
estoy,
congelado
en mitad del mundo,
y
la existencia, y la compraventa:
todo
me es simétrico.
Miro
las redes sociales
y
recuerdo cuando me dijiste,
(tú
no te vendes, Bronwyn, tú no tienes precio)
que
te gustaba el arroz blanco con ajo
y
las formas más deformes del amor.
Según
se agota la fila y llego a la caja siete
entiendo
que todos vamos a morir, pero
este
Carrefour seguirá abierto,
igual
que seguirán las olas del océano Pacífico
lamiendo
las costas de Japón.
Al
salir nunca sé dónde cojones
tengo
que dejar la cesta
y
fuera
me
vuelvo a encontrar a ese perrito
que
mira hacia dentro en busca de su dueño,
y
que siempre me da tanta tristeza.
No
me llames, amor,
que
me dejé el móvil en casa.
***
Una
fantasía ciberpunk
Hay
una bruma artúrica que anega el pasillo
/
una cruz de neón que brilla al fondo. Siempre
es
de noche / siempre llueve. Me veo reflejado
en
tus gafas de espejo / siento lástima del mundo.
Nuestra
vida ahora es esto: Bronwyn,
un
viaje, un bucle, una fantasía ciberpunk.
Lo
imaginaron algunos escritores de los 80:
un
futuro distópico / cercano, perfectamente verosímil,
donde
el desarrollo tecnológico desbocado
convive
con altos niveles de desigualdad / de pobreza.
High
tech, low life.
Todo
ha salido regular tirando a mal.
Las
megacorporaciones dominan a una población inserta
/
presa en una red mundial, una inteligencia artificial
omnímoda
somete a la especie humana. Nos deslizamos
por
callejones oscuros, sorteando peleas / contenedores
rebosantes
de basura, cazarrecompensas virtuales, fluorescentes
en
prostíbulos electromecánicos: nos ahoga la desesperanza
y
la violencia. Licores furiosos / neuromantes. El cromo líquido
fluye
por tu brazo, es una enredadera.
Tal
vez toda la superficie del planeta sea ya una ciudad,
de
modo que no sea posible escapar de la ciudad.
La
irrealidad
se
ha comido a la realidad, lo intangible a lo tangible,
manda
el bit antes que el átomo, por eso, Bronwyn, me gusta tanto
tocarte.
Tú / tu exoesqueleto corriendo descalzos por las autopistas
de
la información, atravesando densas nubes de gases tóxicos.
Mira
los rascacielos nocturnos donde las pantallas colonizan
las
fachadas, los paisajes artificiales / los ciborgs
que
ya caminan guiados por smartphones,
con
ropa fluorescente y pelos de colores
imposibles
de hallar
en
la naturaleza.
Se
reproducen los errores en el sistema operativo.
Huele
a fresas sintéticas y extraño, como tú,
el
antiguo fragor de
los quioscos.
—————————————
Autor: Sergio
C. Fanjul. Título: El
escombro fluorescente. Editorial: Letraversal. Venta: Todos
tus libros.
BIO
Sergio
C. Fanjul es
columnista y redactor de Cultura del diario El
País. Licenciado
en Astrofísica y máster en Periodismo, tiene cuatro poemarios
publicados y varios ensayos narrativos, entre los que se
encuentran El
padre del fuego (Aguilar), La
España Invisible (Arpa)
o La
ciudad infinita (Reservoir
Books). Desde 1993 es un ciborg óptico mediante el uso de lentes
cóncavas.
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-el-escombro-fluorescente-de-sergio-c-fanjul
/
TEMAS
TERTULIA 19-7-2025
DUDAS
VINO
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS
TERTULIA 12-7-2025
EL
ARBOL DE LA VIDA
SILENCIO
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
EL
ARBOL DE LA VIDA
POMPA
DE CRISTAL
La
ilusión era una pompa de jabón
O eso creía yo
La ilusión
era luz delicada
Flotando en el aire
O eso quería creer yo
Pero
era una pompa
de cristal
Era
una pompa de cristal tan fino
Que cuando las palmas de mis
manos
Intentaron acogerla en su seno
Se rompió en mil cuarzos
Mil
cortes en la frágil piel
Ya no hay iridiscencia
Mil heridas a
sangrar
Ya no brilla la luz en su ser
Y
maldices ese motor que te recuerda
Lo que intentas desterrar de tu
memoria
Y maldices cada rincón de esta tierra
Tan vacía de
todo y tan llena de su ausencia
¿Duele
más lo que fue,
O el sueño de lo que pudo haber sido?
Miente
tan bien el corazón a la mente
Cuando sabe lo que quiere…
Ciega,
cegadora ceguera
Nada es sino cuanto quieres que sea
Nada es
sino todo cuanto darías para que fuera
De
nuevo en ninguna parte
De nuevo en viejos lugares conocidos
De
nuevo sin novedades en cada amanecer
De nuevo corren, turbios, los
ríos
Aire
Inspiras
y contienes y no te mueves
Confiando al cielo la
esperanza
Agua
Tiembla cuando tus manos creen asir
Lo que
siempre se les escurre
Tierra
Caes, no en silencio, no con
elegancia
Caes, hincando rodillas, manos y frente
Caes, rezando
para que al menos tus lágrimas
La rieguen y
algún día puedas dar las gracias
Sara
Vi Ta
El escombro fluorescente es un cuento en poemas que narra la peripecia de dos personajes, El Astrónomo y Bronwyn, que tratan de escapar a pie de la Ciudad Sitiada hacia los Campos Semánticos y se topan con diferentes apocalipsis.
En Zenda reproducimos algunos momentos de ese viaje contenido en El escombro fluorescente (Letraversal), de Sergio C. Fanjul.
***
El Astrónomo se presenta y da cuenta de la situación.
Me llamaban el Astrónomo
porque había sido educado
para orientarme por los astros.
El hemisferio norte no tenía secretos para mí:
las constelaciones
representaban códigos binarios
que iban saliendo de mi cráneo.
Allí dentro siempre estaba solo.
El cisne, el cangrejo, Orión, el arquero,
el toro con su ojo Aldebarán,
me estaban ignorando. Tumbado en la playa,
en el punto medio de la vida,
admirando el firmamento nocturno,
me asomaba a un abismo.
Yo fui el que echó sus velas a internet
y no regresó en su sano juicio.
Yo fui el que intentó sabotear
el ferrocarril informativo.
Yo fui el que memorizó cada página
de la vieja enciclopedia y luego olvidó
quinientos megabytes:
no podía pensar en otra cosa
que no fuera otra cosa
y entonces
esa cosa ya era otra.
Cable atravesado, mi cuerpo,
resquemor en cada chispa. Regando
las flores sintéticas, preparando con esmero
la quimioterapia,
atento a las moléculas
bajo una luna muerta.
Sabía predecir el futuro
observando el flujo infinito de los datos,
los suspiros de silicio del robot.
Según mi prospectiva
íbamos a ser bombardeados.
Pero en la Ciudad Sitiada
el cielo neblinoso
era del añil violáceo de Blade Runner:
se fugaba una estrella cada noche
y no sabíamos dónde ir a refugiarnos.
Sublime como costra,
pleno y cielo,
yo era el que quería ser
sangre de ciervo.
***
Primera visión de los Campos Semánticos
Dicen, Astrónomo, que en los Campos Semánticos
no quedan textos.
Los carteles están mudos, no dicen
los ingredientes los envases, en los periódicos
las fotos no traen pie, de modo que todo el mundo
es anónimo y nadie conoce a nadie.
En los Campos Semánticos se han olvidado
de cómo se componen poemas, de qué son
los poemas, de modo que hay pocas guerras,
y las que hay,
se hacen en silencio.
Los enamorados
no graban sus nombres
en las cortezas de los tejos.
***
Bronwyn se integra con éxito en la vida del barrio
Oh, Bronwyn,
los skinheads te traen ramos de flores
y tú flotas sobre las aceras chocolateadas:
cuando te ven llegar, los jornaleros
del carbohidrato, sobre sus precarias
bicicletas, los barrenderos, las floristas,
se ponen contentas
y les importan una mierda
sus condiciones laborales.
Generas tanto bienestar
que resultas contrarrevolucionaria,
los niños antilloran a tu paso,
y no solo antilloran
también sienten otra mar de sensaciones
que aún nadie ha bautizado,
de lo escasas. Oh, Bronwyn,
los skinheads (me refiero a los skinheads buenos),
te preparan tartas de queso con arándanos
y los árboles del barrio te hacen reverencias
cuando vas a reciclar el papel y los envases.
Eres Big Data, tienes dual-core
para amar el doble,
y comes demasiados yogures de ciruela,
(pero nueve de cada diez expertos dicen que eso es sano).
Oh, Bronwyn, la gente arroja tortillas
de patata cuando pasas por la calle Lavapiés,
y caen de los balcones
y ruedan calle abajo
como si fueran las ruedas
del carro en el que el Sol
cruza el firmamento cada día.
Oh, Bronwyn,
eres glutamato monosódico y canela en rama.
Te adoran los parques y jardines, los traperos,
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Voy a hacerte un contrato indefinido porque,
oh, Bronwyn,
deberías ser consejera delegada en el Ibex-35.
***
La eternidad en el supermercado eterno
La fila del Carrefour de Lavapiés,
abierto 24 horas,
un sábado a medianoche, es una hilera de hormigas
que se pierde en el tatuaje de la reponedora
más triste.
Siempre te hacen líos con los turnos, tienes que afiliarte.
Tú tendrías que estar roneando en la discoteca,
yo he venido en busca de dos bolsas de
Top Corn Frit Ravich y de una razón para vivir.
Traperos cubiertos de miel la lían
en las escaleras mecánicas, los clientes
de AirBnB exigen pizzas congeladas,
los atunes nadan en sus latas;
en la cola me veo atrapado
entre una hermosa hipster
que porta doce rollos de papel higiénico
Scottex doble hoja y un hombre bengalí
de mermelada y de limón:
ahí estoy,
congelado en mitad del mundo,
y la existencia, y la compraventa:
todo me es simétrico.
Miro las redes sociales
y recuerdo cuando me dijiste,
(tú no te vendes, Bronwyn, tú no tienes precio)
que te gustaba el arroz blanco con ajo
y las formas más deformes del amor.
Según se agota la fila y llego a la caja siete
entiendo que todos vamos a morir, pero
este Carrefour seguirá abierto,
igual que seguirán las olas del océano Pacífico
lamiendo las costas de Japón.
Al salir nunca sé dónde cojones
tengo que dejar la cesta
y fuera
me vuelvo a encontrar a ese perrito
que mira hacia dentro en busca de su dueño,
y que siempre me da tanta tristeza.
No me llames, amor,
que me dejé el móvil en casa.
***
Una fantasía ciberpunk
Hay una bruma artúrica que anega el pasillo
/ una cruz de neón que brilla al fondo. Siempre
es de noche / siempre llueve. Me veo reflejado
en tus gafas de espejo / siento lástima del mundo.
Nuestra vida ahora es esto: Bronwyn,
un viaje, un bucle, una fantasía ciberpunk.
Lo imaginaron algunos escritores de los 80:
un futuro distópico / cercano, perfectamente verosímil,
donde el desarrollo tecnológico desbocado
convive con altos niveles de desigualdad / de pobreza.
High tech, low life.
Todo ha salido regular tirando a mal.
Las megacorporaciones dominan a una población inserta
/ presa en una red mundial, una inteligencia artificial
omnímoda somete a la especie humana. Nos deslizamos
por callejones oscuros, sorteando peleas / contenedores
rebosantes de basura, cazarrecompensas virtuales, fluorescentes
en prostíbulos electromecánicos: nos ahoga la desesperanza
y la violencia. Licores furiosos / neuromantes. El cromo líquido
fluye por tu brazo, es una enredadera.
Tal vez toda la superficie del planeta sea ya una ciudad,
de modo que no sea posible escapar de la ciudad.
La irrealidad
se ha comido a la realidad, lo intangible a lo tangible,
manda el bit antes que el átomo, por eso, Bronwyn, me gusta tanto
tocarte. Tú / tu exoesqueleto corriendo descalzos por las autopistas
de la información, atravesando densas nubes de gases tóxicos.
Mira los rascacielos nocturnos donde las pantallas colonizan
las fachadas, los paisajes artificiales / los ciborgs
que ya caminan guiados por smartphones,
con ropa fluorescente y pelos de colores
imposibles de hallar
en la naturaleza.
Se reproducen los errores en el sistema operativo.
Huele a fresas sintéticas y extraño, como tú,
el antiguo fragor de los quioscos.
—————————————
Autor: Sergio C. Fanjul. Título: El escombro fluorescente. Editorial: Letraversal. Venta: Todos tus libros.
BIO
Sergio C. Fanjul es columnista y redactor de Cultura del diario El País. Licenciado en Astrofísica y máster en Periodismo, tiene cuatro poemarios publicados y varios ensayos narrativos, entre los que se encuentran El padre del fuego (Aguilar), La España Invisible (Arpa) o La ciudad infinita (Reservoir Books). Desde 1993 es un ciborg óptico mediante el uso de lentes cóncavas.
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-el-escombro-fluorescente-de-sergio-c-fanjul /
TEMAS TERTULIA 19-7-2025
DUDAS
VINO
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
TEXTOS TERTULIA 12-7-2025
EL ARBOL DE LA VIDA
SILENCIO
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
EL ARBOL DE LA VIDA
POMPA DE CRISTAL
La
ilusión era una pompa de jabón
O eso creía yo
La ilusión
era luz delicada
Flotando en el aire
O eso quería creer yo
Pero era una pompa de cristal
Era
una pompa de cristal tan fino
Que cuando las palmas de mis
manos
Intentaron acogerla en su seno
Se rompió en mil cuarzos
Mil
cortes en la frágil piel
Ya no hay iridiscencia
Mil heridas a
sangrar
Ya no brilla la luz en su ser
Y
maldices ese motor que te recuerda
Lo que intentas desterrar de tu
memoria
Y maldices cada rincón de esta tierra
Tan vacía de
todo y tan llena de su ausencia
¿Duele
más lo que fue,
O el sueño de lo que pudo haber sido?
Miente
tan bien el corazón a la mente
Cuando sabe lo que quiere…
Ciega,
cegadora ceguera
Nada es sino cuanto quieres que sea
Nada es
sino todo cuanto darías para que fuera
De
nuevo en ninguna parte
De nuevo en viejos lugares conocidos
De
nuevo sin novedades en cada amanecer
De nuevo corren, turbios, los
ríos
Aire
Inspiras
y contienes y no te mueves
Confiando al cielo la
esperanza
Agua
Tiembla cuando tus manos creen asir
Lo que
siempre se les escurre
Tierra
Caes, no en silencio, no con
elegancia
Caes, hincando rodillas, manos y frente
Caes, rezando
para que al menos tus lágrimas
La rieguen y
algún día puedas dar las gracias
Sara Vi Ta
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EL
ARBOL DE LA VIDA
"Calamidad
de los tiempos cuando los locos guían a los ciegos" (W.
Shakespeare, El rey Lear)
No
somos más que niños ciegos encerrados en un cuarto oscuro e
intentando obsesivamente explicarnos unos a otros cual es el
verdadero color de la luz...
Inmersos
en una época vacía de ideas, en un caótico mundo donde todo se
tasa y consume, henchidos de frustración y ebrios de
superficialidad, necesitamos aprender la implacable lección de
modestia que nos permita llegar a no ser nada para conseguir, al fin,
encontrarle sentido a todo.
La
verdadera crisis comienza cuando perdemos la capacidad de dar,
compartir y amar.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES www.arteslibres.net
SILENCIO
La
palabra más fascinante siempre será la no pronunciada: libre en la
imaginación de cada cual, infalible en su silencio, absurda en
su inutilidad. Esa palabra que no quisiéramos oír nunca pero a
veces se expresa con un gesto; esa otra que nunca tendremos el valor
de pronunciar o esa que nos obliga a un compromiso no expresado.
La
palabra, como el fuego, tanto puede dar vida como quitarla.
El
silencio, la no palabra, también está cautivo de esta dualidad: un
silencio que igual puede ser amistad que cobardía y que puede llegar
a dar o quitar la vida.
Hace
unos años me fascinó el silencio, hoy ya sólo me asombra, y cada
día más, el mal uso que hacemos de la palabra, la más poderosa
herramienta de nuestra mente.
Nekovidal - nekovidal@gmail.com
ARTES
LIBRES www.arteslibres.net
SILENCIO
EL ARBOL DE LA VIDA
"Calamidad de los tiempos cuando los locos guían a los ciegos" (W. Shakespeare, El rey Lear)
No somos más que niños ciegos encerrados en un cuarto oscuro e intentando obsesivamente explicarnos unos a otros cual es el verdadero color de la luz...
Inmersos en una época vacía de ideas, en un caótico mundo donde todo se tasa y consume, henchidos de frustración y ebrios de superficialidad, necesitamos aprender la implacable lección de modestia que nos permita llegar a no ser nada para conseguir, al fin, encontrarle sentido a todo.
La verdadera crisis comienza cuando perdemos la capacidad de dar, compartir y amar.
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SILENCIO
La palabra más fascinante siempre será la no pronunciada: libre en la imaginación de cada cual, infalible en su silencio, absurda en su inutilidad. Esa palabra que no quisiéramos oír nunca pero a veces se expresa con un gesto; esa otra que nunca tendremos el valor de pronunciar o esa que nos obliga a un compromiso no expresado.
La palabra, como el fuego, tanto puede dar vida como quitarla.
El silencio, la no palabra, también está cautivo de esta dualidad: un silencio que igual puede ser amistad que cobardía y que puede llegar a dar o quitar la vida.
Hace unos años me fascinó el silencio, hoy ya sólo me asombra, y cada día más, el mal uso que hacemos de la palabra, la más poderosa herramienta de nuestra mente.
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SILENCIO
Una sociedad despersonalizada
Vivimos
en un tiempo en que las escuelas y las universidades se proyectan
cada vez más hacia el mercado, hacia el culto a la velocidad, y
dispuestas a sacrificar los saberes humanísticos que no producen
dinero.
Así
como los científicos deben generar un beneficio económico inmediato
en sus investigaciones, porque si no es así, no hay inversión. Lo
triste es que no se invierte tanto para el bienestar social ni en
medicina, pero sí se hace en el avance de la tecnología y en
ejércitos armados.
Hemos
creado una sociedad sometida a los prejuicios morales, a la
hipocresía generada por el conformismo. Esa capacidad de pensar y de
sentir se deteriora, porque al filósofo y al poeta se les anula; así
se crea un sistema social que está incapacitado para emitir un
juicio y valorar los sentimientos humanos. Esto conducirá
tristemente a la muerte de ‘ser persona’; a perder la capacidad
de pensar. Y como individuo formar parte de una ‘masa’ que
es amorfa y manipulable.
Recordemos
lo que nos dice la pensadora veleña María Zambrano sobre lo que
significa ‘ser persona’. Nos dice: “Ser persona es algo más
que el individuo: es el individuo dotado de conciencia, que se sabe a
sí mismo y que se entiende a sí mismo como valor supremo, como
última finalidad terrestre”. Porque es la conciencia la que
actúa en la capacidad de emitir juicios. Y agrega que es la persona
la que construye el futuro: “La persona, lugar donde el futuro se
abre paso, necesita de un ayer que le equivalga. (…) Sólo la
persona humana puede ‘unir’ el tiempo. Por ello, primero lo
separa, es decir, lo constituye en pasado, aísla el presente y queda
como vacía, disponible para que el futuro pueda penetrar”.
Con
esta exposición os invito a reflexionar sobre la importancia que
tiene reivindicar los saberes humanísticos en la educación: la
filosofía, la poesía, las artes creativas... Que poseen la función
de hacernos preguntas, es decir de cuestionarnos el mundo que nos
rodea, así como mirar hacia nuestro interior, cualidades que
desarrollan la capacidad de pensar y emitir juicios.
El
filósofo alemán Nietzsche nos dice de la filosofía: “Se trata de
un arte que es hoy más necesario que nunca. [...] Justo por eso es
lo que más nos atrae y nos fascina, en una era que es la del
‘trabajo’, quiero decir: la de la precipitación, la de la prisa
indecente y sudorosa que pretende ‘acabar’ todo de inmediato”.
Nos dice también “que debe ser una educación para la profundidad.
[...] Y con ello no quedarse en el mero ejercicio académico,
abstracto tecnicismo. Hacerlo con infinita pasión por el saber, por
la lentitud, y por el esforzado ‘excavar filosófico’ que todo
ejercicio crítico presupone”. Es su manera de decirnos que debemos
tomar conciencia del mundo que nos rodea, pensar, y tomar
decisiones.
Y
el poeta nos dice: “Siento la necesidad de encontrar ‘La
palabra líquida / celosamente
guardada / callada y escondida’
Para ello he de bajar a los ínferos del ser, allí donde la piedad
reside en las ruinas de las piedras, como memoria latente de la
intrahistoria humana. De esa intrahistoria humana que nos habla el
filósofo Miguel de Unamuno. Me he visto obligado a penetrar en el
corazón de la piedra: para
sentirme por dentro / como la tierra / herido, pero sentirme.
Ello
me hace preguntarme: ¿qué será de lo humano si no sentimos como
poeta ni pensamos como filósofo?
MICRORRELATOS,
AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
Vivimos en un tiempo en que las escuelas y las universidades se proyectan cada vez más hacia el mercado, hacia el culto a la velocidad, y dispuestas a sacrificar los saberes humanísticos que no producen dinero.
Así como los científicos deben generar un beneficio económico inmediato en sus investigaciones, porque si no es así, no hay inversión. Lo triste es que no se invierte tanto para el bienestar social ni en medicina, pero sí se hace en el avance de la tecnología y en ejércitos armados.
Hemos creado una sociedad sometida a los prejuicios morales, a la hipocresía generada por el conformismo. Esa capacidad de pensar y de sentir se deteriora, porque al filósofo y al poeta se les anula; así se crea un sistema social que está incapacitado para emitir un juicio y valorar los sentimientos humanos. Esto conducirá tristemente a la muerte de ‘ser persona’; a perder la capacidad de pensar. Y como individuo formar parte de una ‘masa’ que es amorfa y manipulable.
Recordemos lo que nos dice la pensadora veleña María Zambrano sobre lo que significa ‘ser persona’. Nos dice: “Ser persona es algo más que el individuo: es el individuo dotado de conciencia, que se sabe a sí mismo y que se entiende a sí mismo como valor supremo, como última finalidad terrestre”. Porque es la conciencia la que actúa en la capacidad de emitir juicios. Y agrega que es la persona la que construye el futuro: “La persona, lugar donde el futuro se abre paso, necesita de un ayer que le equivalga. (…) Sólo la persona humana puede ‘unir’ el tiempo. Por ello, primero lo separa, es decir, lo constituye en pasado, aísla el presente y queda como vacía, disponible para que el futuro pueda penetrar”.
Con esta exposición os invito a reflexionar sobre la importancia que tiene reivindicar los saberes humanísticos en la educación: la filosofía, la poesía, las artes creativas... Que poseen la función de hacernos preguntas, es decir de cuestionarnos el mundo que nos rodea, así como mirar hacia nuestro interior, cualidades que desarrollan la capacidad de pensar y emitir juicios.
El filósofo alemán Nietzsche nos dice de la filosofía: “Se trata de un arte que es hoy más necesario que nunca. [...] Justo por eso es lo que más nos atrae y nos fascina, en una era que es la del ‘trabajo’, quiero decir: la de la precipitación, la de la prisa indecente y sudorosa que pretende ‘acabar’ todo de inmediato”. Nos dice también “que debe ser una educación para la profundidad. [...] Y con ello no quedarse en el mero ejercicio académico, abstracto tecnicismo. Hacerlo con infinita pasión por el saber, por la lentitud, y por el esforzado ‘excavar filosófico’ que todo ejercicio crítico presupone”. Es su manera de decirnos que debemos tomar conciencia del mundo que nos rodea, pensar, y tomar decisiones.
Y el poeta nos dice: “Siento la necesidad de encontrar ‘La palabra líquida / celosamente guardada / callada y escondida’ Para ello he de bajar a los ínferos del ser, allí donde la piedad reside en las ruinas de las piedras, como memoria latente de la intrahistoria humana. De esa intrahistoria humana que nos habla el filósofo Miguel de Unamuno. Me he visto obligado a penetrar en el corazón de la piedra: para sentirme por dentro / como la tierra / herido, pero sentirme.
Ello me hace preguntarme: ¿qué será de lo humano si no sentimos como poeta ni pensamos como filósofo?
MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.
¿Cómo influye el contexto familiar en nuestro desarrollo? Las 5 heridas de la infancia
Durante nuestros primeros años de vida pueden originarse cicatrices emocionales duraderas.
Los
entornos donde una persona nace y crece son cruciales para su
desarrollo. Estos entornos incluyen desde el ámbito más cercano e
inmediato, como la familia y la escuela, hasta los contextos más
amplios, como la cultura y la sociedad en su conjunto. La interacción
entre todos estos sistemas influye en el desarrollo y la formación
de la personalidad de cada individuo.
La
familia, como uno de los primeros y más significativos microsistemas
en los que un niño se desarrolla, juega un papel clave en la
formación de las heridas de la infancia.
Las interacciones familiares, los patrones de crianza y las dinámicas
de poder dentro del hogar pueden dejar una huella profunda en el
niño. Es dentro de este contexto que las heridas de la infancia,
según Lise Bourbeau, encuentran su origen. En este artículo
describiremos cuales son estas 5 heridas principales y cómo
sanarlas.
Los entornos donde una persona nace y crece son cruciales para su desarrollo. Estos entornos incluyen desde el ámbito más cercano e inmediato, como la familia y la escuela, hasta los contextos más amplios, como la cultura y la sociedad en su conjunto. La interacción entre todos estos sistemas influye en el desarrollo y la formación de la personalidad de cada individuo.
La familia, como uno de los primeros y más significativos microsistemas en los que un niño se desarrolla, juega un papel clave en la formación de las heridas de la infancia. Las interacciones familiares, los patrones de crianza y las dinámicas de poder dentro del hogar pueden dejar una huella profunda en el niño. Es dentro de este contexto que las heridas de la infancia, según Lise Bourbeau, encuentran su origen. En este artículo describiremos cuales son estas 5 heridas principales y cómo sanarlas.
¿Qué son las Heridas de la Infancia según Lise Bourbeau?
Las
heridas de la infancia hacen referencia a las cicatrices emocionales
que se originan durante nuestros primeros años de vida. Se conforman
principalmente debido a conductas de falta de amor y aceptación por
parte de nuestros cuidadores primarios, así como por la
interpretación que el niño hace sobre su vivencia.
Estas
heridas, aunque pueden ser sutiles en su manifestación, pueden crear
patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que tienen el
poder de moldear nuestra personalidad, así como impactar en nuestra
forma de interactuar con el mundo y afrontar los desafíos de la vida
durante la infancia y la adultez.
Según Lise Bourbeau las 5 heridas principales producidas en el
contexto familiar durante la infancia son las siguientes.
Las heridas de la infancia hacen referencia a las cicatrices emocionales que se originan durante nuestros primeros años de vida. Se conforman principalmente debido a conductas de falta de amor y aceptación por parte de nuestros cuidadores primarios, así como por la interpretación que el niño hace sobre su vivencia.
Estas heridas, aunque pueden ser sutiles en su manifestación, pueden crear patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que tienen el poder de moldear nuestra personalidad, así como impactar en nuestra forma de interactuar con el mundo y afrontar los desafíos de la vida durante la infancia y la adultez. Según Lise Bourbeau las 5 heridas principales producidas en el contexto familiar durante la infancia son las siguientes.
1. El Rechazo
Esta
herida se forma cuando un niño no se siente aceptado o amado por sus
cuidadores. Puede manifestarse en forma de críticas, comparaciones
negativas o falta de atención en las necesidades emocionales. Este
tipo de experiencia puede llevar al niño a tener sentimientos de
inadecuación, de no ser digno de amor, baja autoestima y una
necesidad constante de aprobación externa, lo que puede condicionar
a tener dificultad para establecer relaciones saludables.
La
sanación del rechazo comienza con el amor hacia uno mismo y la
autoaceptación. Bourbeau sugiere practicar el perdón hacia uno
mismo y hacia aquellos que nos han rechazado en el pasado.
Es importante cultivar una actitud de compasión hacia nuestras
propias vulnerabilidades y aprender a apreciarse y valorarse uno
mismo para reconocer nuestra valía intrínseca como seres humanos
dignos de amor.
Esta herida se forma cuando un niño no se siente aceptado o amado por sus cuidadores. Puede manifestarse en forma de críticas, comparaciones negativas o falta de atención en las necesidades emocionales. Este tipo de experiencia puede llevar al niño a tener sentimientos de inadecuación, de no ser digno de amor, baja autoestima y una necesidad constante de aprobación externa, lo que puede condicionar a tener dificultad para establecer relaciones saludables.
La sanación del rechazo comienza con el amor hacia uno mismo y la autoaceptación. Bourbeau sugiere practicar el perdón hacia uno mismo y hacia aquellos que nos han rechazado en el pasado. Es importante cultivar una actitud de compasión hacia nuestras propias vulnerabilidades y aprender a apreciarse y valorarse uno mismo para reconocer nuestra valía intrínseca como seres humanos dignos de amor.
2. El Abandono
Esta
herida surge cuando un niño experimenta la sensación de ser dejado
solo o desatendido por sus cuidadores principales. Esto puede ocurrir
por la ausencia de la presencia física o emocional de los padres, la
falta de apego seguro y en algunos casos la negligencia. En estas
circunstancias el niño puede quedarse con un temor, a veces extremo,
a quedarse solo que le provoca en muchas ocasiones dependencia
emocional y una búsqueda constante de seguridad y conexión en sus
relaciones.
Para
sanar la herida del abandono, Bourbeau enfatiza la importancia de
reconstruir un sentido de seguridad y conexión interna. Esto
implica aprender a disfrutar del tiempo a solas, nutrir nuestras
propias necesidades emocionales, establecer límites saludables en
nuestras relaciones y aprender a confiar en nosotros mismos para
satisfacer nuestras necesidades de afecto y apoyo con el fin de no
depender en exceso de la atención de los demás.

Esta herida surge cuando un niño experimenta la sensación de ser dejado solo o desatendido por sus cuidadores principales. Esto puede ocurrir por la ausencia de la presencia física o emocional de los padres, la falta de apego seguro y en algunos casos la negligencia. En estas circunstancias el niño puede quedarse con un temor, a veces extremo, a quedarse solo que le provoca en muchas ocasiones dependencia emocional y una búsqueda constante de seguridad y conexión en sus relaciones.
Para sanar la herida del abandono, Bourbeau enfatiza la importancia de reconstruir un sentido de seguridad y conexión interna. Esto implica aprender a disfrutar del tiempo a solas, nutrir nuestras propias necesidades emocionales, establecer límites saludables en nuestras relaciones y aprender a confiar en nosotros mismos para satisfacer nuestras necesidades de afecto y apoyo con el fin de no depender en exceso de la atención de los demás.
3. La Humillación
Esta
herida se forma cuando un niño es objeto de críticas constantes o
burlas, ridiculización o desprecio por parte de sus cuidadores. Esta
experiencia puede socavar la autoestima del niño y hacer que éste
experimente sentimientos de inferioridad, de menosprecio. Puede
sentirse indigno y experimentar también sentimientos de vergüenza
en las relaciones con sus cuidadores por lo que le dicen o hacen, así
como en la relación con los demás.
La
sanación de la humillación requiere cultivar una sólida autoestima
y una imagen positiva de uno mismo. Bourbeau recomienda desafiar los
pensamientos autocríticos y reemplazarlos con afirmaciones positivas
y amorosas.
Además, sugiere practicar la autenticidad y la autoexpresión,
aprender a valorarse a uno mismo sin depender del juicio de los demás
liberándonos de ese miedo, así como apreciar nuestra singularidad.
Ayuda a sanar esta herida también el trabajo alineado a la capacidad
de perdonar a aquellos que le causaron daño.
Esta herida se forma cuando un niño es objeto de críticas constantes o burlas, ridiculización o desprecio por parte de sus cuidadores. Esta experiencia puede socavar la autoestima del niño y hacer que éste experimente sentimientos de inferioridad, de menosprecio. Puede sentirse indigno y experimentar también sentimientos de vergüenza en las relaciones con sus cuidadores por lo que le dicen o hacen, así como en la relación con los demás.
La sanación de la humillación requiere cultivar una sólida autoestima y una imagen positiva de uno mismo. Bourbeau recomienda desafiar los pensamientos autocríticos y reemplazarlos con afirmaciones positivas y amorosas. Además, sugiere practicar la autenticidad y la autoexpresión, aprender a valorarse a uno mismo sin depender del juicio de los demás liberándonos de ese miedo, así como apreciar nuestra singularidad. Ayuda a sanar esta herida también el trabajo alineado a la capacidad de perdonar a aquellos que le causaron daño.
4. La Traición
Esta
herida surge cuando un niño se siente engañado, manipulado o
traicionado por aquellos en quienes confía. Puede ser el resultado
de mentiras, promesas no cumplidas o abuso de confianza por parte de
alguno de sus cuidadores. Este tipo de experiencia puede generar un
sentimiento de desconfianza hacia los demás y la necesidad de
controlar todas las situaciones, lo que dificulta también establecer
relaciones de forma saludable y genuina.
Para
sanar la herida de la traición, Bourbeau sugiere trabajar en la
reconstrucción de la confianza en uno mismo y en los demás. Esto
implica aprender a establecer límites claros, comunicar nuestras
necesidades y expectativas de manera asertiva, así como aprender a
discernir qué relaciones son realmente genuinas y dignas de
confianza y que otras no.
Es importante trabajar también en dejar ir el resentimiento hacia
aquellos que nos han defraudado.
Esta herida surge cuando un niño se siente engañado, manipulado o traicionado por aquellos en quienes confía. Puede ser el resultado de mentiras, promesas no cumplidas o abuso de confianza por parte de alguno de sus cuidadores. Este tipo de experiencia puede generar un sentimiento de desconfianza hacia los demás y la necesidad de controlar todas las situaciones, lo que dificulta también establecer relaciones de forma saludable y genuina.
Para sanar la herida de la traición, Bourbeau sugiere trabajar en la reconstrucción de la confianza en uno mismo y en los demás. Esto implica aprender a establecer límites claros, comunicar nuestras necesidades y expectativas de manera asertiva, así como aprender a discernir qué relaciones son realmente genuinas y dignas de confianza y que otras no. Es importante trabajar también en dejar ir el resentimiento hacia aquellos que nos han defraudado.
5. La Injusticia
Esta
herida se origina cuando un niño experimenta o percibe una falta de
equidad, un trato desigual o injusto en su entorno familiar o social.
Puede manifestarse en forma de favoritismos, privilegios injustos o
castigos excesivos. Esta herida puede generar en el niño una
sensación de impotencia e indignación, alimentando sentimientos de
resentimiento e impotencia, así como a una falta de control sobre la
propia vida.
La
sanación de la injusticia involucra según Bourbeau el perdón y la
liberación del resentimiento hacia aquellos que nos han tratado
injustamente. También
enfatiza la importancia de comprender y aceptar que la vida no
siempre es justa, además recordar que el sentimiento de justicia es
en parte subjetivo.
Lo
que sí podemos hacer es encontrar formas constructivas de manejar
las situaciones que consideramos injustas y de enfocar nuestra
energía en lo que podemos controlar: nuestra propia actitud y
respuesta ante las adversidades. Asimismo, sugiere practicar la
gratitud y buscar activamente el equilibrio y la armonía en nuestras
vidas.
Esta herida se origina cuando un niño experimenta o percibe una falta de equidad, un trato desigual o injusto en su entorno familiar o social. Puede manifestarse en forma de favoritismos, privilegios injustos o castigos excesivos. Esta herida puede generar en el niño una sensación de impotencia e indignación, alimentando sentimientos de resentimiento e impotencia, así como a una falta de control sobre la propia vida.
La sanación de la injusticia involucra según Bourbeau el perdón y la liberación del resentimiento hacia aquellos que nos han tratado injustamente. También enfatiza la importancia de comprender y aceptar que la vida no siempre es justa, además recordar que el sentimiento de justicia es en parte subjetivo.
Lo que sí podemos hacer es encontrar formas constructivas de manejar las situaciones que consideramos injustas y de enfocar nuestra energía en lo que podemos controlar: nuestra propia actitud y respuesta ante las adversidades. Asimismo, sugiere practicar la gratitud y buscar activamente el equilibrio y la armonía en nuestras vidas.
Conclusiones
En
conclusión, el contexto familiar desempeña un papel fundamental en
el desarrollo humano y en la formación de la personalidad y las
cinco heridas de la infancia, que van desde el rechazo hasta la
injusticia, pueden llegar a dejar una huella profunda en nuestro ser.
La sanación de estas heridas pasa por un viaje de autoexploración,
compasión y perdón.
Al
reconocer y comprender estas experiencias pasadas, podemos liberarnos
del peso emocional que nos ata al pasado y abrirnos a una vida de
plenitud y autenticidad. El
perdón, tanto hacia nosotros mismos como hacia aquellos que nos han
herido, nos permite soltar el resentimiento y avanzar hacia una vida
más plena y satisfactoria.

Blanca
Garcia Grau. (2024, abril 8). ¿Cómo influye el contexto familiar en
nuestro desarrollo? Las 5 heridas de la infancia. Portal Psicología
y Mente.
https://psicologiaymente.com/psicologia/como-influye-contexto-familiar-en-nuestro-desarrollo
https://psicologiaymente.com/psicologia/como-influye-contexto-familiar-en-nuestro-desarrollo
En conclusión, el contexto familiar desempeña un papel fundamental en el desarrollo humano y en la formación de la personalidad y las cinco heridas de la infancia, que van desde el rechazo hasta la injusticia, pueden llegar a dejar una huella profunda en nuestro ser. La sanación de estas heridas pasa por un viaje de autoexploración, compasión y perdón.
Al reconocer y comprender estas experiencias pasadas, podemos liberarnos del peso emocional que nos ata al pasado y abrirnos a una vida de plenitud y autenticidad. El perdón, tanto hacia nosotros mismos como hacia aquellos que nos han herido, nos permite soltar el resentimiento y avanzar hacia una vida más plena y satisfactoria.
Blanca Garcia Grau. (2024, abril 8). ¿Cómo influye el contexto familiar en nuestro desarrollo? Las 5 heridas de la infancia. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/como-influye-contexto-familiar-en-nuestro-desarrollo
https://psicologiaymente.com/psicologia/como-influye-contexto-familiar-en-nuestro-desarrollo