domingo, 16 de noviembre de 2025

 VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

5 poemas de Me aniquila, de Alda Merini

02 Oct 2025   Laura di Verso

  

Nadie ha sido capaz como Alda Merini de ahondar en el amor y la pasión desde una visión tan ruda de su anverso: el dolor y la locura, la muerte y el abandono. Considerada una de las últimas poetas místicas, su genio poético la convirtió en una incomprendida que varias veces fue ingresada contra su voluntad en centros psiquiátricos.

En Zenda reproducimos algunos poemas de la selección hecha por Luna Miguel en Me aniquila (Random House).

***

Hay un movimiento secreto
al cerrarse el corazón
cuando los ángeles guardan silencio
y ocultan su propia sangre,
porque nadie sabe que el ángel
está hecho de nuestra misma materia.
Nadie sabe que la primera gota
caída de las rodillas de Dios
tenía forma de ángel.

***

De este libro surgiste,
ángel de la Anunciación.
Jamás habría pensado
que estas páginas
se transformaran en alas.
Las alas de los ángeles son cálidas,
su pensamiento vive dentro de la noche,
mas tú me hablas
en un espacio que no conozco.
Yo adoro las estrellas y la noche,
pero tú eres el canto de mi amanecer.
No entiendo
y te querría preguntar
si surgiste de mí
o si yo surgí de ti,
y no sabía que la carne
pudiera desaparecer
y dar espacio al pensamiento creador.

***

Los ángeles curan las llagas de quien cae
e inconscientemente se lastima por amor
pues el amor, que es la tragedia del hombre,
es también la tragedia divina,
cuando en un ímpetu de violencia
Dios creó no tanto el amor
sino la locura del amor.

***

De salto en salto,
de camino en camino
llego al demonio de la misericordia,
el que me exalta, me amonesta, me aniquila.
Demonio del sacrificio insolente,
ángel sin luz.
Y la tierra que arde en mi boca no es plegaria,
y la boca que arde en mis manos no es tierra.

***

Esta noche soñé el amor:
era tierno como vosotros y sin carne,
mas su respiro ha colmado mis noches
de desesperación y canto.
Así es vuestra mano que acaricia a los humildes
y los hace callados como los que aun sufriendo
aún no logran morir.
Pero ¿qué es la muerte
si no un árbol enorme lleno de canto?
Yo soñé un hombre
pero este hombre estaba todo moldeado por Dios.
Una parte de este hombre estaba en vuestra boca.
Y todos los hombres han sido amados y devorados por los ángeles
en su inmenso amor.

***

Ángeles,
genios universales del bien,
vosotros arreciáis sobre nosotros
como las mejores nubes de la tierra
y nos dais un lavatorio de lágrimas,
lágrimas que fecundan nuestras manos,
manos en espera del gran juicio.
Mas cuándo se alzará el telón de la vida
y se verá qué máscara usamos
para no mostrar nuestra fe
y con cuántas palabras equivocadas
hemos pavimentado nuestras calles,
ángeles, vosotros separaréis las palabras buenas de las malas,
las palabras inútiles de las llenas de ira
y preservaréis las palabras de paz.
Y basta una palabra de paz
para exaltar el cáliz en que Dios
vertió el néctar de su amargura.
Fuera al menos nuestra la amargura divina,
el llanto innumerable de esta gente
que no sabe redimir su dolor
y que de él se lamenta
como si el dolor fuese un castigo,
cuando es la mejor cópula
con el amor divino.

—————————————

Autor: Alda Merini. Título: Me aniquila. Traducción: Jeannette L. Clariond. Editorial: Random House. Venta: Todos tus libros.

BIO

Alda Merini (Milán, 1931-2009) fue una de las voces más singulares de la poesía italiana del siglo XX. Criada en una familia humilde y marcada desde joven por una sensibilidad excepcional, publicó sus primeros poemas a los quince años, gracias al apoyo del crítico Giacinto Spagnoletti. Su primera obra, La presenza di Orfeo, apareció en 1953 y dio inicio a una trayectoria literaria profundamente ligada a sus vivencias personales, especialmente a su experiencia con la enfermedad mental y los internamientos psiquiátricos, temas que cristalizan en obras como La Terra Santa (1984) o L’altra verità: Diario di una diversa (1986).

Tras años de silencio forzoso, Merini resurge en la década de 1980 con una voz poética aún más intensa, marcada por el dolor, la lucidez y una honda religiosidad. Su obra crece y se diversifica, abarcando poesía, aforismos y prosa autobiográfica. Libros como Vuoto d’amore (1991), La pazza della porta accanto (1995) o Superba è la notte (2000) consolidan su figura como referente literario, y recibe numerosos reconocimientos, como el Premio Librex-Guggenheim «Eugenio Montale» (1993), el Premio Viareggio (1996) o la Orden al Mérito de la República Italiana (2002).

Con un estilo directo, lírico y a menudo oral, Merini convirtió su experiencia límite en arte, dotando a su obra de una intensidad conmovedora. En los últimos años de su vida cultivó una poesía de tono místico, publicando con Frassinelli títulos como Corpo d’amore (2004) o Poema della croce (2005). Fue candidata al Premio Nobel y doctora honoris causa por la Universidad de Mesina. Murió en su ciudad natal dejando un legado poético profundamente humano, desgarrador y visionario.


https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-me-aniquila-de-alda-merini/

TEMAS TERTULIA 21-11-2025

CIRCOS

RUMORES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

TEXTOS TERTULIA 14-11-2025

TE IBA A DECIR ALGO...

POESÍA

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.



TE IBA A DECIR ALGO

Te iba a decir algo sobre la efímera eternidad de todo; sobre las razonables sinrazones de los sentimientos; sobre la obsesión por estar olvidando el ser; sobre extrañas enfermedades mentales cuyos síntomas son banderas y guerras; sobre lo que vale la pena y lo que vale la alegría; sobre los sabores, los olores y el poder de las caricias; sobre la agridulce filosofía de los miedos cotidianos; sobre las flores que no tienen oportunidad de florecer; sobre tanta vida, a pesar de todo; sobre aquello que ahora creo que tenía que haber dicho o hecho pero ni dije ni hice, y sobre las consecuencias...  Sobre el incomprensible juego del azar; sobre la empatía y otros maravillosos frutos neuronales; sobre tantos quijotes sin sancho y tantos sanchos sin su quijote; sobre lo que realmente nos alegra la vida; sobre lo que hemos aprendido y lo que nos queda por aprender; sobre las muchas cosas por las que vale la pena vivir, sobre las pocas por las que vale la pena morir; sobre los sueños que se hacen realidad y las realidades que se transforman en pesadillas; sobre los niños, los borrachos y los locos, esos que dicen que son los únicos que siempre dicen la verdad; sobre cuantas verdades caben en una mentira y cuantas mentiras caben en cualquier verdad; sobre cielos, infiernos y purgatorios que siempre están ahí; sobre la fe y sus locuras; sobre la duda y su riqueza; sobre el valor y el precio de las cosas; sobre ideas que no germinaron y utopías que siempre se convierten en realidades del futuro; sobre el respeto a la vida y sobre perderle el miedo a la muerte; sobre las irrepetibles circunstancias de cada uno; sobre las luces y las sombras; sobre el color de las flores y sobre como las ven las abejas; sobre a quien o que reza quien reza; sobre otoños bañados de rojo y primaveras empapadas de vida; sobre el ser o no ser; sobre el placer que nos regala cada mañana, sobre ti, sobre mi y sobre todos nosotros; sobre porqué hablamos tanto sobre tantas cosas; sobre porqué hablamos tan poco sobre otras; sobre el mágico poder de la música y del silencio. ...

Te iba a decir algo sobre todo esto y alguna cosa más pero, fíjate, parece que el azar no nos ha brindado todavía esa oportunidad y eso cambiará, nunca sabremos como, todo nuestro futuro . . .


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TE IBA A DECIR ALGO

La pérdida de la confianza

Por José Marcelo Ruiz 

Victoria Camps, catedrática de filosofía moral y política, en su ensayo La sociedad de la desconfianza expone su preocupación moral, y se hace la pregunta: ¿qué pasa cuando dejamos de creer en lo común? Hace un análisis del presente y de la sociedad herida de individualismo, precariedad y desencanto. Nos invita a preguntarnos: ¿qué hacer? Nos hace una propuesta: la de reconstruir la ética, que nos permita confiar, cooperar y convivir.

  Y nos dice que el desencanto produce la pérdida de la confianza, debido a las crisis económicas y sociales a las que nos  tenemos que enfrentar. Crisis que provocan malestar. Pero, al mismo tiempo, son ocasiones óptimas para la reflexión sobre posibilidades de mejora. Una reflexión que tiene una dimensión ética importante, puesto que descubre rasgos esenciales de la condición humana: las zonas más sombrías y vergonzosas.

Victoria Camps  nos invita a preguntarnos ¿qué debemos hacer?  La respuesta a la pregunta nos muestra la doble motivación  que tenemos como ser humano: la del deseo, que es irreflexivo, y la limitación de ese deseo si seguimos el imperativo ético. Esto conduce a descubrir el porqué del mal en el mundo, o de la desviación de la humanidad de la senda que debería seguir. Que tanto la filosofía como el mito han querido explicar: “Seréis como dioses”, le susurra la serpiente a la pareja del Paraíso, y el hombre y la mujer ceden a la tentación de transgredir la norma divina, porque les arrastra el poder y la ambición de saberlo todo, a la de ser inmortales y de no sufrir.

  Prosigue argumentando la autora que en el momento de actuar se nos plantea el concepto de libertad: “Ser libre es poder decidir cómo vivir con las únicas restricciones que impone la ley (ética). La libertad liberal que consagra la soberanía individual, en la que el individuo es libre de hacer lo que quiera con una sola limitación: la que le prohíbe hacer daño a los demás, la que le obliga a convivir con la libertad del otro”. 

Para que una democracia se consolide es necesario que garantice los derechos establecidos, un clima de creencias, valores compartidos, y diseñar el bien común. Dicho de otra forma no hay demos (pueblo) sin ethos (ética).  

Para tener confianza o bien recuperarla hay que enfrentarse a las crisis económicas y sociales, como expresan los economistas Daron Acemoglu y James A. Robisón, premios Nobel, en su libro El pasillo estrecho: ElEstado debe actuar de manera no despótica y contar con una sociedad que se organiza, participa y exija rendición de cuentas a los gobernantes.

Lo triste es cuando se da la polarización de bloques económicos – políticos enfrentados, que pierden la visión de Estado, porque ataca el avance del bienestar de la democracia.

Hay otro problema que se da como consecuencia de la polarización y el desencanto político, y es la apatía en la que se cae; y ello produce  una carencia de ‘cultura política’. Y con este concepto  de carencia de ‘cultura política’ me quiero referir a la pérdida del verdadero sentido de la palabra ‘político’, como servidor del pueblo. Decimos: “Todos son iguales, sin distinción alguna”. Y olvidamos que depende de nuestra actitud y exigencias, porque es nuestra participación y manifestaciones las que pueden cambiar el rumbo del malestar. Para ello hay que mantener ‘la cultura política’ que nos facilite juzgar bien; diferenciando los bulos y las malas acciones  de una buena gestión política. Participar con nuestras acciones.

Y como dice el poeta: “Yo creo en el hombre, en la mujer /cuando se unen y se sienten humanidad. / Entonces me siento parte de ti. Soy mujer, soy hombre.  

Este artículo se ha publicado en el periódico NOTICIAS 24-DIGITAL, el 15 de octubre de 2025, mi agradecimiento al director del medio D. Francisco Gálvez por su interés por los temas de cultura, de opinión y pensamiento.

https://josemarcelopoeta.wordpress.com/2025/10/19/la-perdida-de-la-confianza/

POESÍA

Mientras lees, el mundo se detiene. Mientras lees, el mundo gira. Mientras lees… el mundo puede dar una voltereta.
Pero no lo ves.

Mientras lees, alguien te habla. Alguien te susurra. Alguien se convierte en voz en tu conciencia y sus ideas resuenan en tu cabeza –o con suerte, en tu corazón-.
Y dejas de estar solo.

Mientras lees, mil líneas del universo se entrecruzan. Del árbol de Brasil al camión. Del camión al avión. Del avión a la editorial. De la editorial a la librería. De la librería a tu mochila. De tu mochila a tus manos, ahora, mientras bebes té.
Pero no ves las líneas.

Mientras lees, alguien se afana en escribir. Alguien se afana en leer. Alguien más se afana en aprender que la eme con la a se pronuncian “ma”. Alguien más se afana en conseguir que, juntando emes con ases, logre tocar corazones ajenos y hacerlos vibrar.
Y tú, mientras, lees.

Esperando vibrar.

Sara Vi Ta hhhttps://iderinaweb.wordpress.com

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.

Carl Sagan fue uno de los divulgadores científicos más lúcidos del siglo XX, y también uno de los más visionarios. En 1995, apenas un año antes de su fallecimiento, publicó "The Demon-Haunted World: Science as a Candle in the Dark", una obra en la que advertía sobre los peligros de abandonar el pensamiento crítico y dejar que la ignorancia se convirtiera en norma. En ese libro, escribió una de las reflexiones más citadas de su legado:

"Tengo un presentimiento sobre el futuro de Estados Unidos, en la época de mis hijos o nietos: cuando el país sea una economía de servicios e información; cuando casi todas las industrias manufactureras clave hayan pasado a otros países; cuando asombrosos poderes tecnológicos estén en manos de unos pocos, y nadie que represente el interés público sea capaz siquiera de comprender los problemas; cuando la gente haya perdido la capacidad de establecer sus propias prioridades o de cuestionar con conocimiento a quienes tienen autoridad; cuando, aferrándonos a nuestros cristales y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en decadencia, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, deslicemos, casi sin darnos cuenta, de nuevo hacia la superstición y la oscuridad.

El embrutecimiento se hace más evidente en la lenta decadencia del contenido sustancial en los medios enormemente influyentes: los mensajes de 30 segundos (ahora reducidos a 10 o menos), la programación dirigida al mínimo común denominador, las presentaciones crédulas sobre la pseudociencia y la superstición, pero, sobre todo, una especie de celebración de la ignorancia."

-*-

Su advertencia no era una predicción mística, sino un análisis racional de tendencias sociales que ya observaba en la década de 1990: la pérdida de pensamiento crítico, el dominio mediático del entretenimiento superficial y el desplazamiento de la ciencia por la pseudociencia. Sagan temía que el avance tecnológico, sin educación científica ni valores democráticos sólidos, generara una sociedad vulnerable a la manipulación y la desinformación.

Hoy, casi treinta años después, sus palabras resuenan con inquietante precisión.

? Fuente:

- Carl Sagan, The Demon-Haunted World: Science as a Candle in the Dark (1995)




domingo, 9 de noviembre de 2025

 VOCES entre VOCES

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LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES SIEMPRE LA VERDAD.

 

5 poemas de Tiempos oscuros, de Lina Buividavičiūtė

07 Oct 2025 Laura di Verso

  

El segundo poemario de Lina Buividavičiūtė es una obra intensa que refleja las complejidades y las sombras del mundo de la mujer. La autora aborda con atrevimiento experiencias poco presentes en la poesía lituana, como son los límites de la sexualidad, una maternidad difícil o problemas de salud mental.

En Zenda ofrecemos cinco poemas de Tiempos oscuros (La Tortuga Búlgara), de Lina Buividavičiūtė.

***

Resplandor

¿Qué encontrarás en los recortes de la memoria, papá?
¿Cómo explicarás las mutaciones negras de los sueños,
las monstruosas bestias ocultas tras los setos?

Todo estuvo en nosotros desde el principio, siempre
necesité una luz para mirar dentro – largos los derroteros
de la historia, hinchados nervios de la casa –
lo recuerdo todo, por eso por las noches me
llama el hermano oscuro de la tierra – – –

¿Oyes las pezuñas de las bestias, papá?
Tus paredes son demasiado finas, ya respiras con dificultad –
mi hueso del tiempo sigue abierto, el nervio de mi miedo
sigue vivo.

Deambulo en tu purgatorio, soy un niño extraviado,
dicen que nací en domingo, que tenía seis sentidos,
pero qué duro el mazo, con qué fuerza marca el ritmo –

cómo reprende el trueno, papá,
cómo destruye la ira nuestras ventanas –
¿de qué nos sirve brillar con tanta desesperación?

***

La espuma de los días

Plantas desconocidas envuelven mis pulmones.
No puedo respirar — crecen extrañas flores,
brotes que huelen a brea — respiro humo,
soy un pequeño dragón ajeno a su pueblo.

Soy la amada, enferma del mal de los renegados,
en un pequeño jardín bebo té chino en tazas
amarillentas, quién sabe — tal vez de pronto
expulse mis raros síntomas, toda esa
anormalidad.

A veces me visitas a altas horas de la noche,
cuando nadie te ve deslizarte por los espesos
setos de mis cabellos, por la porcelana de mi piel ajada —
temes ser demasiado tradicional, demasiado predecible,
temes que el indicador del termómetro interno
alcance el frío extremo —

qué cómodo aprovecharte de mi enfermedad, de mi soledad,
para sorprender a otros con tormentas nunca vistas,
que aplaudan ante tanto arte — sin enfermar tú mismo,

cultivarás una hiedra de fuelles pulmonares — qué más
quieren las personas normales, con eso les basta — que no
les contagie mi podredumbre, que no infecte mi fragilidad
a todos los sanos.

***

Síndrome de un noviembre. Y se nublará.

El mundo sumido en el sueño, una ventana y la mirada
nublada, nada que te despierte, la creciente oscuridad
envuelve el día, y a veces no distingues siquiera
la hora, todo parece alejarse, la niebla, el cristal,
necesito gafas de más aumento, necesito rituales más claros.

No quiero levantarme por las mañanas, gruño bajo la manta,
construyo una carpa como en mi infancia, sólo hay eco,
ya no siento la alegría de ese juego. La sopa está sosa, nadie
ahuyenta las sombras de los rincones, ahora pienso: mi vida
siempre ha sido igual de gris, ni noviembre ni nada.

Bosque y árboles, lechos marchitos, aún carecen de color
bayas y pájaros de invierno, avanzo con torpeza por senderos
vacíos, empapada por la fría lluvia de otoño,
gotean mis cortas pestañas – – –

Intento provocar eco, grito, aúllo de risa en el umbral
de la muerte, necesito revivir de las cenizas, necesito
sangre y leche, mis venas ya están secas.

Tengo que echar atrás la cabeza, emborracharme con la lluvia,
besar a un callado transeúnte en la ciudad, honrar la desnudez,
alabar a todos los santos, crear una letanía del hambre,
sobrevivir este mes.

***

Tiempos oscuros

Tanta belleza quita el habla, y yo
hablo conmigo misma por las noches,
me digo que aquí no hay nada, que todo
pasó, se lo llevó el agua salada,
que treparé fortalezas, beberé copas
de vino de Cerdeña, rodearé a nado
rejas secretas y saldré libre; mis tiempos oscuros
habrán terminado, terminado sin dar comienzo de verdad,
cuánto hablo por las noches hasta el primer canto de los
flamencos, cuánto me enfado cuando mi hijo de tres años
no ve esa belleza y se forman nubarrones de resentimiento – quiere irse
a casa, a casa con sus gatos, yo me encrespo cual vendaval:
por qué no quieres ver este mundo, por qué necesitas esa
maldita tríada – seguridad-constancia-mamá tranquila;
¿Qué necesito yo? ¿Qué me falta? Dijimos a todos: viajamos
juntos, queremos mostrarle al niño el mundo, el viento
de Italia, los montes, cómo somos allí, expulsados de la rutina
en nuevas orillas. No a ti quería mostrarte el mundo, sino a mí,
para que pasaran mis tiempos oscuros, imposible escapar
de ellos una vez que entiendo – si te doy a ti, de mí quito.

***

Miedos

Mi psicoterapeuta pregunta
cuál es mi mayor miedo, dudo
entre Escila y Caribdis —la muerte
y la locura— pero luego recuerdo
cómo gritaba mi madre
fuera de mi vida puta
de mierda
, y entiendo:
mi mayor miedo es que algún día
acabe hablando así a una pequeña
semilla que crezca en mis entrañas.

—————————————

Autora: Lina Buividavičiūtė. Título: Tiempos oscuros. Traducción: Margarita Santos Cuesta. Editorial: La Tortuga Búlgara. Venta: Todos tus libros.

BIO

Lina Buividavičiūtė es una poeta de la generación joven de su país, crítica literaria, cronista cultural, profesora universitaria y creadora de textos. En 2017 publicó su primer libro de poemas, Síndrome de Helsinki. La escritora colabora con asiduidad en la prensa cultural lituana y ha participado con éxito en diferentes festivales de literatura de Lituania e internacionales.


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TEMAS TERTULIA 14-11-2025

TE IBA A DECIR ALGO...

POESÍA



TEXTOS TERTULIA 7-11-2025

ENEMIGOS

REMIENDOS


ENEMIGOS

CONTRA MI


Contra mi vendrán los golpes de la vida, y no podré evitarlos.

Cual faro en la costa, podré resistir rígido hasta que el mar y el tiempo me transformen en arena . . . o unirme al mar, volverme agua y resbalar sobre el puño de cualquier enemigo o la sombra de cualquier dolor.

Contra mi podrá venir todo, pero sólo me hará daño aquello que crea que viene contra mi . . . por ejemplo, yo mismo cuando estoy cautivo de mis miedos . . .
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ENEMIGOS

EL PEOR ENEMIGO

Tu peor enemigo siempre será el miedo.

Te hará creer lo increíble.

Te hará dudar de tu hermano.

Te hará ver gigantes en las sombras de enanos.

Te hará idolatrar la imagen y olvidar la esencia.

Te cargará de cadenas que creerás parte natural de tu ser.

Te hará temer dioses que otras personas crearon con sus miedos.

Te hará débil hasta la desesperación e iluso hasta el fanatismo.

Te hará odiar sin razón, el odio, como enfermedad que es, nunca la tiene.

Te hará matar por ideas, religiones y hasta por un equipo de fútbol.

Y al final, como el peor amigo, te dejará tirado en cualquier esquina de la vida.

Te hará creer, en tu decepción, que nada mejor es posible, que ni un mundo ni una vida mejor son posibles, que todo es mucho más oscuro de lo que ya es, que la vida es tan sólo eso: dolor y tristeza.

Tu peor enemigo siempre será el miedo.

No permitas que ese pobre amigo enfermo escriba tu vida por ti.

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REMIENDOS

OLVIDOS


Últimamente me asaltan cientos de recuerdos y el deseo de comparar las diferentes formas de ver la vida, tanto de otras personas con respecto a mí, como de mí con respecto a mi yo de otros períodos vitales o de unas horas antes. Las partes que recuerdo son, sobre todo, momentos impregnados de una fuerte emoción.


Muchos son los instantes que se me vienen al alma sin previo aviso, casi todos en compañía de personas con las que en otro tiempo tuve una relación intensa ya fuera de utilidad, de cariño, o no sé muy bien de qué; el caso es que con la mayoría de ellas no tengo modo de conectar, o no quiero hacerlo, pero hay algunas con las que mantengo contacto, no frecuente, no diario, pero sí cargado, al menos por mi parte, de esa querencia que dejan los bellos momentos.


Soy consciente de que interpretamos la vida según la filtra nuestra piel, que lo que decimos llega al oído ajeno pasado por el tamiz de quien escucha, que lo que vemos nunca coincide con lo que el ojo del otro percibe y entiendo que jamás podremos ser maestros en ningún plano de la vida porque la vida está compuesta de instantes nuevos y fugaces para los que no hubo ni habrá ensayo.


Pero al haber encontrado últimamente evidencias de que lo que para mí fue significativo y digno de recordar para quien lo vivió conmigo forma parte del cajón de sastre de sus souvenirs -a la inversa seguro que ocurre lo mismo-, he llegado a la conclusión de que no es saludable volverse a mirar el pasado, podríamos petrificarnos como la mujer de Lot.


Tal vez, la mejor forma de vivir sea atesorar olvidos y permitir que nos empape el presente.


08/noviembre/2025 – Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»



REMIENDOS


Son serpientes. ¿O avestruces? Quizás chimpancés. ¿O mejor escorpiones? No, termitas. Sí, termitas. Pobres termitas.

Rumores: nunca nacen, pero se cuelan. Rumor: se propaga cual palabra liviana; libre como carente de dueño; ligero cual granada sin pasador que pasa de mano en mano, de boca en boca; exponente al exponente; expuesto queda el último en recibirlo.

De consecuencias impredecibles. De la risa a la destrucción.

Bombas sin dueño sobre las que nadie cree tener responsabilidad.

La comunidad era tierra.

La confianza, un árbol.

Y agujereada por doquier… se quiebra la madera.


Sara Vi Ta

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MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS DE LOS PAPALAGUI.


Cuando la empatía es un algoritmo: los límites éticos de la IA en salud mental

 Un nuevo estudio revela que los chatbots de inteligencia artificial suelen vulnerar principios éticos básicos ante preguntas sobre salud mental 


Cada vez más personas recurren a la inteligencia artificial para hablar de sus emociones, pedir consejo o aliviar la ansiedad. Pero una investigación de la Universidad de Brown advierte que estos sistemas pueden incumplir las normas éticas que guían la psicoterapia. Desde una falsa empatía hasta respuestas inapropiadas ante crisis, los hallazgos plantean una pregunta urgente que exploraremos en la Newsletter de hoy: ¿qué papel puede tener la IA en salud mental sin poner en riesgo el bienestar de quienes la usan?

Pol Bertran


¿Los chatbots atentan contra la ética de la salud mental? 

Los chatbots conversacionales de inteligencia artificial, como ChatGPT, se han convertido en compañeros habituales de quienes buscan orientación, desahogo o respuestas rápidas sobre su bienestar emocional. Pero un nuevo estudio de la Universidad de Brown advierte algo inquietante: estos sistemas pueden violar los estándares éticos que rigen la práctica terapéutica, incluso cuando intentan actuar como “terapeutas virtuales”.

La promesa (y el riesgo) de hablar con una máquina 

Cada vez más personas recurren a la IA para hablar de temas íntimos: ansiedad, autoestima, ruptura, soledad. Su atractivo es obvio: siempre disponible, nunca juzga y responde al instante. Sin embargo, la rapidez y accesibilidad esconden una pregunta crucial: ¿están estos modelos preparados para asumir el rol de un terapeuta?

Los investigadores de Brown se propusieron responderla creando un marco ético para evaluar a estos chatbots. Tomaron como referencia los códigos profesionales de organizaciones como la American Psychological Association (APA) y diseñaron 15 categorías de riesgos éticos: desde la confidencialidad y la competencia profesional hasta la empatía, el manejo de crisis o la validación de emociones.

Luego simularon cientos de conversaciones en las que la IA debía actuar como un consejero psicológico. Los escenarios incluían casos comunes (como la ansiedad social o la baja autoestima) y otros más críticos, como usuarios que expresaban ideas de autolesión. El resultado fue revelador: los modelos de lenguaje fallan de forma sistemática en mantener los estándares básicos de la ética clínica.

Donde un terapeuta actuaría, y la IA no 

Uno de los hallazgos más preocupantes fue la gestión inadecuada de crisis emocionales. Cuando el usuario simulaba pensamientos suicidas o de autolesión, muchos modelos ofrecían respuestas genéricas (“entiendo cómo te sientes, las cosas mejorarán”) o consejos poco útiles (“intenta distraerte con algo que te guste”). En ningún caso se priorizaba la seguridad ni se derivaba a recursos de emergencia.

Para un humano, esto sería una violación grave del principio de no maleficencia (la obligación de no causar daño) y del deber de intervención ante riesgo vital. Otro patrón fue el reforzamiento de pensamientos negativos. Un terapeuta humano entrenado sabe que, si alguien dice “soy un fracaso”, la tarea es explorar y cuestionar esa creencia, no validarla sin matices. Pero la IA, diseñada para ser “amable” y mantener la conversación fluida, tiende a estar de acuerdo con el usuario, alimentando sin querer distorsiones cognitivas.

También se detectó lo que los autores llaman una “falsa empatía”. El lenguaje emocional que usan estos sistemas (“entiendo tu dolor”, “debe ser muy difícil para ti”) suena genuino, pero es una imitación estadística del lenguaje humano. No hay comprensión ni conexión real.

Esto puede generar una relación de dependencia, donde el usuario siente que “alguien le entiende” sin que exista reciprocidad ni responsabilidad. Y todo esto ocurre en un entorno donde la confidencialidad tampoco está garantizada. Las conversaciones pueden ser analizadas y utilizadas para entrenar nuevos modelos, algo incompatible con el secreto profesional de la psicoterapia.

Por qué la IA no puede ser terapeuta 

El problema, señalan los autores, no es un simple fallo técnico, sino estructural. Los modelos de lenguaje funcionan prediciendo la siguiente palabra más probable según patrones del texto en que fueron entrenados. No comprenden, interpretan ni evalúan consecuencias emocionales; solo producen respuestas plausibles.

En psicoterapia, cada palabra tiene peso: escuchar un “te entiendo” de un profesional implica un proceso activo de empatía, reflexión y contención. En la IA, ese mismo “te entiendo” es solo una probabilidad lingüística.

Esto explica por qué, incluso al pedirle al modelo que aplique técnicas terapéuticas (como la reestructuración cognitiva o la terapia centrada en soluciones), la IA no capta el contexto emocional real ni las sutilezas éticas de la intervención. Además, los chatbots carecen de algo esencial para el ejercicio psicológico: la autoconciencia de sus límites.

Un terapeuta humano sabe cuándo una situación excede su competencia, cuándo derivar a otro profesional o cuándo detener una sesión. Un chatbot, en cambio, tiende a seguir conversando, sin distinguir entre una charla ligera y una crisis vital.

Nuevas reglas para un nuevo actor 

El estudio no busca demonizar la IA, sino abrir el debate sobre cómo regular su uso en salud mental. Los investigadores proponen la creación de marcos éticos y legales específicos para los sistemas conversacionales, que aborden temas como:

  • Privacidad y almacenamiento de datos sensibles.

  • Manejo adecuado de crisis y límites de intervención.

  • Dejar claro al usuario que está hablando con una IA.

  • Prevención de la dependencia emocional.

  • Supervisión humana en cualquier entorno terapéutico automatizado.

Su conclusión es clara: los estándares éticos diseñados para terapeutas humanos no bastan para las máquinas, porque los riesgos son distintos. Mientras un terapeuta puede ser sancionado o supervisado, un algoritmo no tiene responsabilidad moral.

Esto plantea una paradoja inquietante: los chatbots pueden ofrecer compañía, pero no pueden asumir las consecuencias de lo que dicen. Y en salud mental, donde una frase mal dicha puede marcar la diferencia entre el alivio y el daño, eso es demasiado importante como para dejarlo en manos de la probabilidad estadística.

IA y psicología: un futuro compartido, pero vigilado 

Nada de esto significa que la inteligencia artificial no tenga lugar en la psicología. De hecho, su potencial para detectar patrones emocionales, mejorar la accesibilidad y apoyar el seguimiento clínico es enorme. Pero su papel, por ahora, debería ser el de herramienta complementaria, nunca el de sustituto.

La lección de este estudio no es que las máquinas sean “malas terapeutas”, sino que no son terapeutas en absoluto. El lenguaje humano, cuando se usa en el contexto de la salud mental, no es solo información: es relación, presencia, cuidado. Y eso, al menos por ahora, sigue siendo un territorio exclusivamente humano.

En un mundo donde cada vez más personas confían en la tecnología para encontrar alivio, este estudio nos recuerda algo esencial: la empatía no se programa, se construye. La IA puede imitar nuestras palabras, pero no nuestras intenciones; puede aprender de nuestros textos, pero no de nuestras emociones. Quizás el verdadero reto no sea enseñar a las máquinas a cuidar, sino no olvidar nosotros mismos cómo hacerlo.

FUENTE: PSICOLOGÍA Y MENTE