domingo, 13 de junio de 2021

 

VOCES entre VOCES

http://artes-libres.blogspot.com.es/


PARA ENVIAR TEXTOS O PROPONER TEMAS: nekovidal@gmail.com



TEMAS TERTULIA 18-6-2021

EGO

DESAPRENDER

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

"No es sexo prematrimonial si no tienes la intención de casarte".
(George Burns)

"Mi madre nunca vio la ironía en llamarme hijo de puta".
(Jack Nicholson)


DANZA DEL VIENTO , collage, Nekovidal


NOCHE OSCURA

¡Qué negra noche! Se diría

que el Tiempo la ha alargado sumándole su vida
y, vuelve, al terminar, a su principio;
habla la gente de su longitud
cuando sólo el crepúsculo ha pasado.
La sombra de las nubes se hizo más densa,
no distinguían los ojos el cielo de la tierra
y, al brillar el relámpago a lo lejos,
parecía un negro etíope sonriendo entre lágrimas.
Entonces con la espada de la resolución
la cabeza corté de esas tinieblas
y con su sangre he teñido
la túnica de la aurora.
Para el hombre de miras elevadas
no hay nada que produzca más desdichas
que el viaje nocturno:
cuando muere el apoyo de la voluntad,
no es posible iniciarlo.
Saludo a quien encuentro según lo que en él veo,
no hay nada extraño en eso:
el agua adopta el color del recipiente.

Ibn Sara As-Santarini


(Recopilación y traducción de Teresa Garulo)

FUENTE: https://www.poemas-del-alma.com/ibn-sara-as-santarini-noche-oscura.htm


TEXTOS TERTULIA 11-6-2021

MANOS

RAZONES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


MANOS

La mágica ingeniería de unas manos.

Los cinco dedos de cada mano , uno tras o otro, como las hormigas, obreros de caricias.

La mano que amamanta y da besos o cría cuervos.

Nos mece los sueños. Reparte suerte.

La mano que te tiende la mano para el precipicio.. .

Quedo fascinado cuando me miran.

Mis manos saben y yo no tengo ni idea.

Son ojos sin un punto ciego.

Juego de manos.

Capaces de operar a corazón abierto.

Cuál es peso de nuestras manos vacias.

La mano atada de la razón de los sin nombre.

Una que da y la otra que quita.

Una mano cerrada es un puño.

La mano del tamaño de un pecho.

JJC - Juan Jiménez Caballero


LAS RAZONES


Todo el mundo las tiene, no hay nadie que carezca de ellas.

Las encontrará variadas, las hay para todos los gustos, ideologías, religiones y equipos de fútbol.

No se compran ni cotizan en bolsa, pero todo el mundo las regala.

Son volátiles y tienen fecha de caducidad, pero quien las posee las cree eternas.

Siembran por igual vida que destrucción, pues no se ha encontrado hasta ahora una acción sin su correspondiente reacción.

Se sienten como una verdad absoluta pero todas se alimentan de mentiras.

Algunas le parecerán blancas y otras negras, porque siempre olvidamos que las vemos sólo a través de nuestros ojos y que existen muchos más colores.

Sólo se sabe de un humano que reconoció que sus razones y sus principios podían adaptarse a las circunstancias, un tal Marx, Groucho, por supuesto.

Todas te hacen esclavo de la ignorancia cuanto más crees conocerlas. Algunas, las peores, las que nunca te invitan a dudar, te hacen mirar al dedo que señala la luna cuando caes en la trampa de creer que sólo las tuyas son las correctas.

Las sanas no se encuentran luchando sino cediendo, compartiendo, aprendiendo.

El que diga que no tiene ninguna, simplemente, miente.

Son tus, mis, sus o nuestras razones.

Nekovidal nekovidal@gmail.com


RAZONES

Aun teniendo dos oídos y una sola boca -por algo será esa proporción-, hablamos más que escuchamos; nuestro único interés es, al parecer, soltar a tontas y a locas la carga emocional que nos embarga en aquel momento y listo. Pero, en realidad, no vale de mucho aliviar los enredos del pensamiento si se vuelve a casa habiendo reconfirmado que nuestro enredo es un enredo muy superior en calidad al del resto del mundo, al contrario, es algo realmente dañino.


Escuchar a los demás nos pone alas, nos deja ver paisajes que jamás soñamos conocer y nos confiere la capacidad de adentrarnos en nuestra propia alma a través de la voz de otros; emocionarnos con nuestras historias contadas, recontadas, aumentadas, adornadas, solo consigue dar latiguillo al autobombo y hacer crecer el ego hasta llevarnos a considerar insignificantes las ideas ajenas.


No sé muy bien las razones -yo las llamaría sinrazones- que nos impulsan a esto, pero, me atrevería a asegurar que todo lo que sea achicar a alguien, minimizarlo, descalificarlo, no es otra cosa que una argucia para subsanar un complejo de inferioridad camuflado, una forma absurda y poco efectiva de compensar los vacíos emocionales que todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos; de otro modo seríamos ángeles.


Pero uno no se hace grande comparándose con aquellos a los que consigue pisotear, uno se hace grande comparándose con el que fue y reconociendo el valor del trabajo que ha realizado para llegar a ser quien es; el engrandecimiento no es sino averiguar el don que uno posee para ponerlo al servicio de uno mismo y de los demás, a la vez que localiza y lima las aristas más punzantes del carácter con el fin de caminar por el mundo haciendo el menor daño posible.


Visto lo visto y más que aceptada mi dificultad para entender y adaptarme a los comportamientos habituales, he condensado mis deberes humanos en dos razones vitales: levantarme cada día reconociéndome una principiante en el arte de vivir y acostarme cada noche con un poco más de conciencia de mí misma.

12/junio/2021 - Vicki Blanco para «VOCESentreVOCES»


RAZONES

Los árboles enamorados.

https://youtu.be/guBgb095VBo

Raquel de la Vega


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.

CRÓNICAS DE CRAIG

No pude dormir ni un momento anoche. No es que te culpe, David. Sé que los chiles jugaron un papel importante. Pero tampoco puedo dejarte totalmente libre de culpa.

¡Oh, Dios! Acabo de recibir una llamada de un técnico telefónico, en Oregon, probando el teléfono de mi primo, Jack. Dice que Jack está comiendo algo, pero probablemente me llamará cuando regrese, ahora que su teléfono funciona correctamente. Probablemente me hable durante una hora, cuando llame. Al menos está mejorando en su tiempo, porque solo son las 11:00 p.m. A veces llama a las 4:00 de la mañana. No puedo dejar de aclarar que hay una diferencia de 9 horas entre aquí y Portland.

Bendito sea. Tiene 85 años y está en una residencia, que dice que le cuesta $ 6,000 al mes, y sabiendo que soy vegetariano, le encanta entrar en largas descripciones de la gran hamburguesa que le dieron para el almuerzo. Si no me está hablando de cazar patos o destripar truchas o algo por el estilo. Es un granjero de verdad, y aunque se mantiene alejado de la política, algunas cosas que su hija ha mencionado me indican que es un Trumpster incondicional. ¡La mente se aturde con la edad! Lo aprecio mucho, pero ... De todos modos, sabrá por qué he sido tan breve, si es que llama.

Mira, David, amigo mío, has abierto una lata de gusanos con esta charla de escribirte cosas. Este es el tipo de cosas que puede esperar. ¿Qué quieres decir con que estás cambiando tu dirección de correo electrónico, David? ¿David? ¿Estás ahí, David? Lo siento. (De vez en cuando tengo que deslizar un “lo siento”, para que la gente sepa que yo era canadiense antes de convertirme en español, y no se sorprenderán de que no me preocupen demasiado las corridas de toros. o peleas de gallos, o cualquiera de esas otras cosas buenas españolas. Chorizo, jamón serrano, cosas así. ¡Barf! Lo siento.)


Didn’t get a wink of sleep. Not that I am blaming you, David. I know the chillies had a big part to play. But I can’t let you totally off the hook, either. 
Oh, Crikey! Just had a call from a telephone technician, in Oregon, testing my cousin, Jack’s phone. He says Jack is out having something to eat, but will probably call me when he gets back, now that his phone is working properly. Probably talk to me for an hour, when he does call. At least he is getting better at his timing, because it is only 11:00 P.M. He has been known to call at 4:00 in the morning. Can’t quite keep it straight that there is a 9 hour difference between here & Portland. Bless his heart. He is 85, & in a residence, which he says is costing him $6,000 a month, & knowing that I am a vegetarian, loves to go into long descriptions of the great hamburger they gave him for lunch. If he isn’t talking to me about shooting ducks or gutting trout or some such thing. He’s a real old farmer, & though he stays away from politics, some things his daughter has mentioned indicate to me that he is a dyed-in-the-wool Trumpster. The mind boggles! Love him dearly, but……… Anyway, you’ll know why I have kept this so short, if he does call. 

See, David, my man, you have opened a can of worms with this talk of writing things to you. This is the kind of thing you can expect. What do you mean you’re changing your email address, David? David? Are you there, David? Sorry. (I have to slip in a “sorry” from time to time, so that people will know that I was a Canadian before I became a Spaniard, & they won’t be shocked that I don’t really care too much for bullfighting, or cockfighting, or any of those other good Spanish things. Chorizo, jamón serrano, stuff like that. Barf! Sorry.) 


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Estimad@s compañeros de letras y otros vicios:

 Me permito recomendaros este libro y, si os interesa, la suscripción a https://lecturassumergidas.com/ 

 

Salud/os y un abrazo.

REBECCA SOLNIT, CÓMO “PERDERNOS” PARA CONVERTIRNOS EN OTRAS PERSONAS



FOTO POR DAVID BUTOW – TEXTO POR EMMA RODRÍGUEZ © 2020 / 

Quiero hablaros de un ensayo sobre las transiciones y las transformaciones; sobre los caminos que emprendemos dejando otros atrás; sobre lo que desaparece para dar paso a algo nuevo. Un ensayo sobre las edades de la vida lleno de revelaciones, de sutilezas, de despertares, de profundidades en las que sumergirnos, de preguntas y respuestas que abren múltiples y estimulantes hilos de pensamiento. Quiero hablaros de Una guía sobre el arte de perdersede Rebecca Solnit, todo un descubrimiento este verano extraño, este verano de 2020 en el que todo ha sido diferente, en el que hemos mirado al mar con los ojos cargados de las sombras del presente, con desoladoras noticias de fondo, con el ánimo encogido en una maraña de dudas y de miedos, con una intensa sensación de pérdida.

Muchas veces las lecturas, los libros, acuden a nosotros cuando los necesitamos. La intuición es como una brújula que nos conduce hacia ellos y vamos pasando sus páginas con la honda sensación de reconocernos. Lejos estaba Solnit (San Francisco, EE.UU, 1961), de imaginar que en el horizonte futuro aguardaba una terrible pandemia, capaz de arrasar con miles de vidas, convicciones, seguridades… Pero su entrega, publicada en 2005 bajo el título original A Field Guide to Getting Lost, y que ahora llega en su traducción al castellano de la mano de Capitán Swing, es capaz de apresar el estado de ánimo colectivo en el que estamos inmersos.

El ensayo de la autora estadounidense es un regalo en cualquier momento, es capaz de traspasar las épocas porque está lleno de autenticidad y de hallazgos que parten de la propia experiencia, de la búsqueda en zonas tapadas por el misterio del existir, pero ahora especialmente nos ofrece valiosos puntos de luz, compañía y complicidad para atravesar el tiempo de espera en el que estamos inmersos, en esta fase de ruptura, de quiebra, ante cambios que no somos capaces de identificar plenamente, anhelando encontrar una salida, un asidero, un rumbo, más conscientes que nunca de que la vida es vulnerabilidad, riesgo, un no saber hacia dónde vamos, ideas esenciales que habíamos olvidado en este siglo XXI acelerado, altamente productivo y tecnologizado. 





«EL ARTE DE PERDERSE» ES UN ENSAYO SOBRE LAS TRANSICIONES Y LAS TRANSFORMACIONES; SOBRE LOS CAMINOS QUE EMPRENDEMOS DEJANDO OTROS ATRÁS; SOBRE LO QUE DESAPARECE PARA DAR PASO A ALGO NUEVO.

Rebecca Solnit, que colabora en la revista Harper” habitualmente, es autora de otros ensayos como Los hombres me cuentan cosasEsperanza en la oscuridad Un paraíso construido en el infierno, este último sobre las consecuencias del huracán Katrina y los lazos comunitarios creados en torno al desastre. El medio ambiente, la política, el feminismo y el arte, son temáticas que le interesan y se ha implicado como activista en campañas de derechos sociales y contra la guerra. Hay fogonazos de todo esto en el libro que nos ocupa, una entrega donde ha buceado en sus orígenes, en sus álbumes familiares, en sus huecos, en sus dolores, en sus descubrimientos, para hablarnos de las historias que nos construyen, que nos definen, que nos hacen ser como somos.

El título, Una guía sobre el arte de perderse, nos lleva a pensar en el deseo tan común de cambiar de vida, de país, de identidad, y empezar de cero en cualquier otro lugar (tema que ocupa otro interesante ensayo, Pequeño elogio de la fuga del mundo, de Rémy Oudghiri, que también forma parte de esta edición de “Lecturas Sumergidas”). Hay páginas que tratan de ello, del ansia de huir y de estar lejos de lo conocido de la propia autora. Pero esta es solo una parte. La obra de Solnit es mucho más abarcadora. Aborda las pérdidas en un sentido amplio: pérdidas de recuerdos, de personas, de lenguas, de lugares, de culturas, de valores, de ideales… Y nos conduce a lo que vamos dejando de ser, a lo que abandonamos para empezar de nuevo, para seguir avanzando.

La biografía, la realidad y los sueños, se entrelazan en este ensayo que nos entrega los hallazgos de su autora y nos hace pensar en el acto generoso de la escritura, en las misteriosas conexiones entre quien realiza la entrega y quien la recibe, autor y lector. Da la impresión de que Solnit acometió este trabajo como quien se adentra por un túnel, sin saber hacia dónde la iban a conducir sus pasos, a la manera de una exploradora de vidas, enseñanzas, acontecimientos y paisajes exteriores, pero también interiores, un viaje hacia lo más hondo, hacia lo más íntimo y oculto. 



Deja la puerta abierta a lo desconocido, la puerta tras la que se encuentra la oscuridad. Es ahí de donde vienen las cosas más importantes...”, leemos al inicio de un recorrido sorprendente. Nos cuenta la escritora que cuando impartía un taller en las Rocosas, una alumna le hizo llegar una cita del filósofo presocrático Menón que la ha acompañado desde entonces. Una sabia voz del pasado acudió a ella para preguntarle: “¿Cómo emprenderás la búsqueda de aquello cuya naturaleza desconoces por completo?

DEJA LA PUERTA ABIERTA A LO DESCONOCIDO, LA PUERTA TRAS LA QUE SE ENCUENTRA LA OSCURIDAD. ES AHÍ DE DONDE VIENEN LAS COSAS MÁS IMPORTANTES…”, LEEMOS AL INICIO DE UN RECORRIDO SORPRENDENTE.

En esa interrogación, en las posibles respuestas, está la clave de esta obra filosófica, biográfica, artística y trascendente, que nos depara momentos de gran intensidad y emoción. “La pregunta que trajo esta alumna me pareció la pregunta táctica fundamental de la vida. Las cosas que deseamos son transformadoras, y no sabemos, o bien solamente nos creemos que sabemos, lo que hay al otro lado de esa transformación. El amor, la sabiduría, la gracia, la inspiración: ¿Cómo emprender la búsqueda de cosas que, en cierto modo, tienen que ver con desplazar las fronteras del propio ser hacia territorios desconocidos, con convertirse en otra persona?”, reflexiona Solnit.

Y más adelante recurre a Edgar Allan Poe, a su afirmación de que “son los elementos imprevistos los que debemos calcular principalmente”. Nuestra protagonista se detiene en la frase, da vueltas alrededor de la misma, se pregunta cómo se calculan los elementos imprevistos y argumenta: “Parece un arte de reconocer que lo imprevisto desempeña una función, de no perder el equilibrio ante las sorpresas, de colaborar con el azar, de admitir que en el mundo existen algunos misterios esenciales y, por lo tanto, lugares a los que no podemos llegar mediante los cálculos, los planes, el control. Calcular los elementos imprevistos quizá sea precisamente la paradójica operación que más nos exige la vida que hagamos”. 



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Estamos en el preludio, apenas en el inicio del trayecto. Menón y Poe son compañeros, brújulas que indican a Rebecca Solnit la ruta a seguir, la manera, o mejor la actitud mental, emocional, vital, con la que debe atravesar el túnel. Y también aparecen el poeta John Keats y el filósofo Walter Benjamin. Del primero toma Solnit sus ideas del “hombre de mérito” y la “capacidad negativa”, con las que se refiere a quien posee “la virtud de encontrarse sumergido en incertidumbres, misterios y dudas sin sentirse irritado por conocer las razones ni los hechos”. Del segundo repasa sus teorías sobre el perderse, en palabras de la autora: “una rendición placentera, como si quedaras envuelto en unos brazos, embelesado, absolutamente absorto en lo presente de tal forma que todo lo demás se desdibuja…”

A partir de todas estas referencias, Rebecca Solnit empieza a caminar sin mapas, a descubrir por sí misma, a encontrarse en su memoria y recorrer las carreteras del presente intentando desprenderse de los lastres, de las limitaciones. Si os interesa “descubrir”, ir más allá de la planura de lo conocido, de los senderos trillados, os recomiendo abrir las páginas de este ensayo, dejaros llevar, inspirar, por sus hallazgos. De entre todo lo que me ha ofrecido esta lectura, puedo destacar el haberme hecho tomar mayor conciencia de que la incertidumbre deja de ser menos paralizante cuando la entendemos como parte del camino; que asumir que estamos perdidos en determinados momentos ayuda a seguir la marcha; que las pérdidas, de cualquier tipo, siempre son tránsitos hacia otras direcciones. Y que muchas veces hay que dejar cosas para encontrar otras, para seguir creciendo.

Rebecca Solnit. Fotografía por Jude Mooney

Algo que me preocupa hoy en día es que muchas personas (…) nunca van más allá de aquello que conocen. La publicidad, las noticias alarmistas, la tecnología, el ajetreado ritmo de vida y el diseño del espacio público y privado se confabulan para que así sea”, argumenta la escritora, quien recuerda los enriquecedores deambulares de su infancia y lamenta que los niños de este siglo, debido a los miedos de sus padres -entendibles en el tipo de sociedades que habitamos- no puedan explorar por sí mismos, salir a la calle y perderse un poco “para después encontrar el camino de vuelta”. “¿Cuáles serán las consecuencias de tener a esta generación bajo arresto domiciliario?”, se pregunta.


FUENTE: https://lecturassumergidas.com/2020/08/30/rebecca-solnit-perdernos/

lunes, 7 de junio de 2021

 

VOCES entre VOCES

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TEMAS TERTULIA 11-6-2021

MANOS

RAZONES

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




"GÉNESIS" Collage - Nekovidal


FAREWELL

1


Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

2

Yo no lo quiero, Amada.

Para que nada nos amarre
que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.

3

(Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.

Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar).

4

Amor el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.

Amor que quiere libertarse
para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.

5

Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.


Pablo Neruda

TEXTOS TERTULIA 4-6-2021

SESGOS, FANTASIAS Y REALIDADES.

FRANQUISMO

MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.


SESGOS, FANTASIAS Y REALIDADES

https://ceciliacorespsicologa.es/50-sesgos-cognitivos/



SESGOS, FANTASIAS Y REALIDADES.


Quiero vomitar...

Vomitar la primera papilla.

Y las muelas del juicio.

La esperanza.

Vomitarlo todo.

Los diez mandamientos y las cruces

Las oscuras cruces y sus clavos.

Si vomitarlo todo.

La tabla de multiplicar y la lista negra de los Reyes Godos.

Vomitar las banderas

y mi maldito número de carnet de identidad.

Vomitarlo todo.

Las ratas que pueblan mi cabeza.

Y los corazones podridos de los muertos.

Vomitar mi nombre.

Las agujas envenenadas del reloj. No se...

El silencio de los corderos.

No me entiendo sin vomitarlo todo .

Todo menos la canción caliente de tu sangre

y quizás mi nariz rota de payaso.

Quiero vomitar.

Vomitaros a todos.

JJC – Juan Jiménez Caballero

FRANQUISMO

TEXTO DEDICADO CON TODO EL RESPETO QUE MERECEN A LOS VOTANTES DE VOX, FASCISTAS, XENÓFOBOS, RACISTAS, NEGACIONISTAS DE TODO TIPO, NEONAZIS, LOS AUTODENOMINADOS NEOLIBERALES, LOS FANÁTICOS DE CUALQUIER RELIGIÓN Y EN GENERAL TODOS LOS ASPIRANTES A SECUESTRADORES E INQUISIDORES DE LA ÚNICA Y VERDADERA VERDAD. POR SUPUESTO, LA SUYA.


ESOS MIEDOS


Esos miedos que ni reconoces, que crees controlados, que consideras, siempre y por supuesto, un problema ajeno.

Esos miedos que te hacen creer que una bandera, una patria, una religión, una ideología e incluso el dinero puede valer más que una vida humana.

Esos miedos que te vuelven agresivo, sólo aparentemente seguro, insensible al dolor ajeno, terco, fanático, sordo a todo diálogo, dispuesto a matar sin remordimiento a quien no corea tu canción.

Esos miedos que te hacen negar, cerrar los ojos, volverte sordo mientras gritas, valiente en tu cobardía de fanático, escondido en tus silencios que nadie puede contradecir, refugiado en la falsa seguridad de impedir el diálogo.

Porque a ti, desde luego, nadie tiene que enseñarte nada, ni nadie te conoce, desde luego, como tú a ti mismo. Tú lo sabes y lo controlas todo.

Esos miedos, si consigues debilitarlos mediante la reflexión, la meditación y el aprendizaje, empezarán a agrietar tus certezas y, si tienes el valor suficiente, conseguirás, algún día, al menos un poco de agua, apenas un sorbo, de esa fuente de la duda que lleva al saber y que, hace ya tiempo, secaron tus miedos.


Nekovidal nekovidal@gmail.com

ARTES LIBRES www.arteslibres.net



FRANQUISMO


La oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos pide a España la derogación de la ley de amnistía de 1977

EL FRANQUISMO Y SUS MENTIRAS:

España es el segundo país del mundo, tras Camboya, en número de personas asesinadas por un régimen dictatorial y enterradas clandestinamente, sin haber recibido ayuda legal para su identificación y reparación moral, y sin haber condenado taxativamente, todos sus grupos políticos, la dictadura que les asesinó, una auténtica vergüenza internacional.

La ONU ha condenado reiteradamente la Ley de Amnistía de 1977 avisando que está fuera de toda legalidad, pero ningún gobierno se ha atrevido a reparar tal injusticia, ni aún ahora, transcurridas ya décadas del final de la dictadura. 

El Partido Popular español es el único de toda Europa que no ha condenado, y sigue negándose a condenar, en el Parlamento Europeo, un sistema dictatorial, el franquismodel que son, además, claros herederos políticos. Sólo la censura encubierta de los medios de comunicación, en manos de grandes bancos y la Iglesia Católica, explica que aún así consigan 3 de cada 10 votos, suficientes, en el sistema semidemocrático impuesto en la Transición, para gobernar.

Por si aún quedan españoles, que algunos hay, que crean justificado o justificable aquel golpe de estado militar y la consiguiente guerra civil, que creen que valió la pena aquel medio millón de muertos y arruinar completamente un país económica y culturalmente, algunos datos que nunca les facilitarán los medios de comunicación oficiales:

1º FALSEDAD HISTÓRICA:

* Se pretende justificar aquél golpe de estado por la convulsa situación social de entonces. Es cierto que la tensión social era grave, pero no es menos cierto que otros países europeos, como Holanda o el mismo Reino Unido, se encontraban en una situación similar, con huelgas, enfrentamientos y atentados diarios, y superaron esa etapa sin que una minoría impusiera mediante una guerra sus ideas ultraconservadoras. Aquí mismo, en España, hubo momentos durante la Transición en que ETA asesinaba a una persona cada semana, una situación peor que la de los años 30, pero se mantuvo la democracia, porque había voluntad de hacerlo.

2º FALSEDAD HISTÓRICA:


*Las dos Españas: 

Se pretende presentar a un país dividido en el año 1936 en dos mitades irreconciliables, pero los datos demuestran que se trataba de tan sólo una minoría, apoyada por la Alemania nazi, la Italia fascista y el Vaticano, quienes se impusieron por la fuerza bruta para mantener sus privilegios. De haber sido cierto que la mitad de los españoles de entonces apoyaban el golpe militar no hubieran necesitado los golpistas recurrir a miles de mercenarios traidos del norte de África, ni a los soldados enviados por Mussolini ni a la aviación nazi, la mejor del mundo en aquella época. Muchos historiadores mantienen que sin la ayuda de Hitler Franco nunca hubiera ganado la guerra.

Un informe de la OSS, los servicios secretos estadounidenses de 1942, ya desclasificado, afirma que en ese año, a pesar del medio millón de muertos, y de los cientos de miles de españoles que tuvieron que huir de España, un 70% de los que quedaron eran contrarios al franquismo y apoyarían a los aliados en un posible desembarco por el sur de España durante la Segunda Guerra Mundial. 
La decisión de realizar dicho desembarco por Italia en vez de por España cambió para siempre el destino del pueblo español, teniendo que soportar durante décadas al único régimen fascista que sobrevivió al final de dicha guerra.

A esa decisión habría que sumar la actitud de Churchill, hijo de la Gran Bretaña tan o más racista que Hitler (sus textos, especialmente los de juventud, lo demuestran sobradamente) y odiador sin límites de España, pues su cultura le permitía saber que históricamente era el país europeo ante el que Gran Bretaña había sufrido más derrotas.

En la Conferencia de Yalta mantuvo Curchill frente a Stalin y Roosvelt una posición firme para que no se liberara España del fascismo. Una frase suya en dicha reunión define perfectamente la catadura moral de este personaje: "El general Franco envía los cargamentos de jeréz con más puntualidad que el gobierno de la República..."(sic)

3º FALSEDAD HISTÓRICA:


* La "paz" y el "bienestar" del franquismo

Otro mito que se pretende mantener, abusando de la ignorancia histórica de la mayoría de los españoles  sobre el tema, es el de que con Franco llegó una época de paz y prosperidad económica, pero los datos desmontan claramente tal mentira: No se pudo recuperar hasta veinte años después, a mediados de los años cincuenta, el nivel de desarrollo de la España republicana, y en el mejor momento económico del franquismo, a principios de los años 70, España estaba en el puesto 23º dentro de las economías del mundo. 
Sería a mediados de los años ochenta y, paradójicamente, de la mano de un presidente socialista, Felipe González, cuando alcanzó su puesto más alto hasta la actualidad: llegó a ser la 8º economía mundial.

Tal vez el gran error de los ciudadanos españoles fue ser demasiado generosos con el perdón durante la Transición: se perdonó a asesinos, violadores, ladrones y genocidas sin pedir a cambio ni unas disculpas. El patético presente es la consecuencia de ese perdón sin justicia previa.


MICRORRELATOS, AFORISMOS Y OTRAS COSAS.




CRÓNICAS DE CRAIG


Hola David,

No me di cuenta de que tu apellido era Saunders. ¿No tenías un pariente en Toronto que tenía una empresa de café llamada Mojabo, en 500 Front St. W., por casualidad? No sé cuál era su primer nombre, porque era el jefe de mi padre, así que solo lo conocíamos como el Sr. Saunders. No recuerdo haberlo conocido en persona nunca, ya que probablemente murió cuando yo era bastante joven. Mi padre comenzó a vender café, puerta a puerta, por libra, cuando tenía 15 años, para ayudar a mantener a su madre, ya que su padre murió de la gripe española, en Inglaterra, después de regresar de luchar, con el ejército canadiense, en la Primera Guerra Mundial. Cuando murió el Sr. Saunders, papá convenció a los demás accionistas para que le permitieran administrar la empresa y comprarla poco a poco a medida que avanzaba, lo que hizo, después de aprender contabilidad por sí mismo por las tardes. Y el resto es historia. Bueno, para mí, en cualquier caso, es historia, aunque estoy bastante seguro de que no la habrías encontrado en ningún libro que hayas leído sobre la historia de Toronto.

Ha pasado mucho tiempo desde que viví en Toronto. Me fui en 1967 para pasar un año de libertad en Europa y luego conseguí un trabajo en la Oficina de Estadísticas de Dominion, en Ottawa, cuando regresé.

De allí partí, en 1973, para viajar aparentemente al norte de África, con un par de chicas suizas que había conocido en 1968, en Leysin. Parani aburrirte con detalles, cuando llegué a Leysin, en 1973, las chicas habían decidido irse a la India, lo que no me importaba, siempre y cuando no se dirigieran a Tunney's Pasture, en Ottawa, Canadá. Terminé separándome de ellas en Grecia y me uní a un par de chicos ingleses que también se dirigían a la India, y las cosas simplemente siguieron adelante.

Entonces, mi memoria de las cosas de Toronto se está desvaneciendo, junto con casi todo lo demás, pero su historia de la caminata al concierto me trajo algunos recuerdos, ya que pasé los primeros 3 años de mi tiempo en la Universidad de Toronto viviendo en el Residencia de Victoria College, en Charles St. cerca de Bay & Bloor. Y, por supuesto, estaba muy familiarizado con Yonge St. y el antiguo barrio chino. Solíamos celebrar todos los cumpleaños familiares en Lichee Gardens. Es curioso cómo algunas cosas se quedan en la memoria y tantas otras no, ¿eh? Entonces, diviértete leyendo tu historia. Nunca he profundizado mucho en la música clásica, (al principio pensé que The Mauler era un miembro de un dúo de luchadores de Chicago), aunque debo decir que lo disfruto cuando lo escucho. Lo mismo ocurre con la mayoría de las formas de música. Incluso me gustaba mucho el cante hondo, el flamenco real y profundo del que la mayoría de los no españoles se estremecen.

Cuando Gerty (mi compañera) estaba viva, incluso pude reconocer muchos de los diferentes palos -granaínos, seguirías, alegrías, etc., pero ahora puede que tenga un poco de problemas, aunque escucho algunos de ellos, de vez en cuando, en YouTube.

En cuanto a mi interés por escribir, siempre he sido un aspirante a escritor, pero nunca he tenido tiempo, después de escribir cartas y ahora correos electrónicos a mis amigos, para escribir algo para su publicación. En ese primer viaje a la India, y luego por el sudeste de Asia, hasta Australia, llevé una máquina de escribir en mi mochila junto con una Pentax, con tres objetivos. Apenas había espacio para calcetines y ropa interior, pero estaba decidido a ser escritor. Al final, le escribí muchas cartas a mi madre y tengo 2.700 fotos en blanco y negro, junto con los negativos, todas bien catalogadas en un álbum, en forma de hojas de contacto, que fue lo único que pude hacer. y pagar en ese momento, y la única forma en que he visto la mayoría de ellos. Tenía una impresión de 20 x 25 cm hecha de una foto de cada rollo de 36, para mostrarla en una pequeña biblioteca de fotos en Londres, y le dejé las hojas de contacto y los negativos, pero nunca vendió ninguna, pero de un plumazo, de pura suerte (que es básicamente la historia de mi vida), un par de años después, cuando estaba de nuevo en Londres, decidí buscar al chico y llegué a la tienda un par de semanas antes de que cerrara el negocio. arriba, así que pude recuperar todas mis fotos. Un día, puede que incluso pueda escanearlos en la computadora, si alguna vez dejo de tomar más, para agregarlos a los 30,000 que ya tengo en mi MacBook Pro en este momento.

De todos modos, llevé un diario en ese primer viaje al este, que supongo que se podría decir que estaba escribiendo. El único problema es que, en algún momento, cuando me instalé aquí en Nerja, lo saqué y comencé a hojearlo y leer algunas de las cosas que había escrito, y lo encontré tan jodidamente arrogante y estúpido que metí todo el diario en la papelera. Lástima, porque contenía muchos nombres de personas y lugares que desde entonces he olvidado, pero la vida es así. ¿Y quién querría leerlo de todos modos?

En cualquier caso, tengo que decirte que tu correo electrónico hizo que los pensamientos volvieran a rodar, lo que, combinado con el error que cometí al picar 2 chiles rojos pequeños en mi salsa cruda la noche en que lo leí, me tuvo despierto toda la maldita noche. , pensando en cosas sobre las que podría escribirle y por dónde podría empezar. ¡Tanta gente y lugares interesantes en mi afortunada vida! Tantas historias que he contado, con una copa de tinto de verano frío, pero que nunca he intentado escribir. . .


Tomando un atajo a través del desierto, en el camino de Katmandú a Calcuta, en una furgoneta Volkswagen, conducida por un parisino llamado Guy, junto con su novia, cuyo nombre fue tirado en mi diario, una zorra americana corta pelotas cuyo nombre realmente no quiero recordar, y un pequeño indio, enloqueciendo porque no sabía dónde habría controles policiales en esa carretera, ya que la camioneta estaba llena, sin que yo lo supiera en ese momento, con perfume de contrabando. (También descubrí, años más tarde, que ese desierto, además, estaba infestado de ladrones, los bandidos conocidos por robar autobuses y trenes, y cortar los dedos para arrebatar anillos, sin mencionar que mataron a unas cuantas personas) Beber whisky en Mekong, a orillas del río Mekong, en Chiang Kong, con un grupo de policías que había perdido a un compañero en el Pathet Lao, en la jungla, ese día. Salir de Darwin, Australia, días antes de que un huracán arrasara la ciudad, el día de Navidad de 1974. O estar en Marrakech cuando llegó el rey, para promover la Marcha Verde, con todas las tiendas obligadas a cerrar, para dar la impresión de que todos tomaron sus coranes y se dirigieron al desierto, para apoderarse de él para Marruecos, cuando los españoles se fueron. O los diversos casos en los que conocí a la misma persona en diferentes lugares del mundo, con años de diferencia, solo por pura coincidencia. O…….


CONTINUARÁ...


TEXTO ORIGINAL:

Hi, David, 


Didn’t realise that your surname was Saunders. You didn’t have a relative in Toronto who had a coffee company called Mojabo, at 500 Front St. W., by any chance? Don’t know what his first name was, because he was my dad’s boss, so we only knew him as Mr. Saunders. Don’t remember ever actually meeting him, as he probably died when I was pretty young. My dad started selling coffee for him, door to door, by the pound, when he was 15, to help support his mother, as his father died of the Spanish flu, in England, after returning there from fighting, with the Canadian army, in the First World War. When Mr. Saunders died, Dad talked the other shareholders into letting him have a go at running the company, & buying them out slowly as he went, which he did, after teaching himself accounting in the evenings. And the rest is history. Well, for me, at any rate, it's history, although I am pretty sure you wouldn’t have encountered it in any books you may have read on the history of Toronto. 

I enjoyed your two stories. It has been a long time since I actually lived in Toronto. Left in 1967, to spend a year debauching in Europe, & then got a job at the Dominion Bureau of Statistics, in Ottawa, when I got back. From whence I left, in 1973, to ostensibly travel North Africa, with a couple of Swiss girls I had met in 1968, in Leysin. In the event, without boring you with details, by the time I got to Leysin, in 1973, the girls had decided to head to India instead, which didn’t matter to me, as long as they were not heading to Tunney’s Pasture, in Ottawa, Canada. Ended up splitting with them in Greece, & joining a couple of English guys, who were also heading to India, & things just went on from there. So, my memory of things Torontonian is fading, along with just about everything else, but your story of the walk to the concert brought up a few memories, as I spent the first 3 years of my time at the University of Toronto living in the Victoria College residence, on Charles St. near Bay & Bloor. And, of course, I was very familiar with Yonge St., & the old Chinatown. We used to celebrate all family birthdays at Lichee Gardens. Funny how some things stick in the memory, & so many other things don’t, eh? So, fun reading your story. I have never delved very deeply into classical music, - (at first thought The Mauler was a member a Chicago tag-team wrestling duo) - although I must say that I enjoy it when I hear it. Same goes for most forms of music. Was even heavily into cante hondo, the real, deep flamenco that most non-Spanish cringe at, when Gerty was alive. Could even recognise a lot of the different “palos” - granaínos, siguirías, alegrías, etc., but now I might have a bit of trouble, although I do listen to some of it, from time to time, on YouTube. 

As far as my interest in writing, I have always been a wannabe writer, but have never had time, after writing letters, & now emails, to my friends, to actually write anything for publication. On that first trip to India, & on through South-East Asia, to Australia, I actually carried a typewriter in my ruck sack. Along with a Pentax, with three lenses. There was hardly room for socks & underwear, but I was determined to be a writer. In the end, I typed a lot of letters to my mother, & have 2,700 black & white photos, along with the negatives, all nicely catalogued in an album, in the form of contact sheets, which was the only thing I was able to afford at the time, & the only way I have ever seen most of them. I did have an 8”X10” print made of one photo from each roll of 36, to show to a little photo library in London, & left the contact sheets & negatives with him, but he never sold any, &, by a stroke of sheer luck, (which is basically the story of my life), a couple of years later, when I was in London again, I decided to look the guy up, & arrived at the shop a couple of weeks before he folded the business up & left, so was able to recuperate all my photos. One day, I may even get around to scanning them into the computer, if I ever stop taking more, to add to the 30,000 that I already have in my MacBook Pro at the moment. 

Anyway, I did actually keep a diary on that first trip east, which I suppose one could say was writing. The only problem is that, at some point, when I was settled down, here in Nerja, I took it out & started to leaf through it & read some of the stuff I had written, & I found it so fucking arrogant & stupid that I binned the whole diary. Pity, because it contained lots of names of people & places that I have since forgotten, but there you are. History is like that. And who would want to read it anyway? In any event, I have to tell you that your email got the thoughts rolling again, which, combined with my making the mistake of chopping 2 little red chillies into my salsa cruda the night that I read it, had me lying awake all bloody night, thinking of things that I could write to you about, & where I could start. So many interesting people & places in my luck-filled life! So many stories that I have told, over a glass of cold tinto de verano, but never actually tried to write down. Taking a short-cut across the desert, on the way from Kathmandu to Calcutta, in a Volkswagen camper van, driven by a Parisian named Guy, along with his girlfriend, whose name was thrown out with my diary, a ball-cutting American bitch, whose name I really don’t want to remember, & a little Indian guy, freaking out because he didn’t know where there would be police spot checks on that road, as the van was stuffed, unbeknownst to me at the time, with contraband perfume base. (I also found out, years later, that that desert was infested with dacoits, too, the bandits known for robbing buses & trains, & cutting of fingers in order to snatch rings, not to mention killing people whose looks they didn’t happen to like.) Drinking Mekong whiskey, on the banks of the Mekong River, in Chiang Kong, with a group of police who had lost a mate to the Pathet Lao, in the jungle, that day. Leaving Darwin, Australia, days before a hurricane levelled the town, on Christmas Day, in 1974. Or being in Marrakech when the king arrived, to promote the Green March, with the shops all being forced to shut, to give the impression that everyone had grabbed their Korans & headed to the desert, to seize it for Morocco, when the Spanish left. Or the various instances when I met the same person in different places in the world, years apart, just by pure coincidence. Or…….